Emprendimientos

Azulvet: La despidieron por estar embarazada y ahora tiene su propia veterinaria

Patricia Zegarra y Gimmy Morales son los fundadores de Azulvet, una clínica veterinaria que surgió tras superar grandes desafío. Infomercado conversó con ellos y esta es su historia.
Por Jordy Acevedo
6 minutos
Historia de Azulvet

Patricia Zegarra y Gimmy Morales son los fundadores de Azulvet, una clínica veterinaria que surgió tras superar grandes desafíos. Durante la pandemia, Patricia trabajó cinco años en una clínica hasta que fue despedida injustamente por estar embarazada durante la pandemia. No obstante, la adversidad los motivó a construir su sueño compartido desde cero, inspirados por el legado de un ser querido. Esta es su historia.

Inicios: Un encuentro que lo cambió todo

En el corazón de Barranca, una ciudad costera de Perú, nació una historia de amor y emprendimiento que cambiaría vidas. Patricia Zegarra inició su carrera en medicina veterinaria en 2009 y la culminó en 2014. Tras realizar prácticas en Chile, regresó a Perú y se instaló en Barranca, donde conoció a Gimmy, quien trabajaba en el área de Abarrotes de Plaza Vea. En febrero de 2015, comenzaron una relación sentimental, y cuando Patricia tuvo que regresar a Lima, Gimmy decidió trasladarse también para estar cerca de ella.

En Lima, Gimmy trabajó en recepción e inventarios mientras Patricia continuó su carrera veterinaria en diversas clínicas. En marzo de 2015, Patricia consiguió un empleo en una clínica veterinaria donde trabajó durante cinco años. Sin embargo, a mitad de 2019, su vida dio un giro inesperado cuando quedó embarazada y enfrentó dificultades laborales debido a la pandemia de Covid-19. La clínica, en lugar de apoyarla, le negó el derecho a sus días de reposo postnatal, llevándola a una disputa legal por su liquidación.

«Me daban días de reposo por mi embarazo, pero yo prefería utilizarlos después de dar a luz. Sin embargo, durante la pandemia, me pusieron una serie de trabas y sentí que no querían que siguiera trabajando debido a mi embarazo,» comenta Patricia.

Desafío del desempleo

Después de ser despedida, el padre de Patricia contactó a una abogada para tratar de llegar a un arreglo con la clínica, ya que Patricia quería seguir trabajando debido a la necesidad de ingresos económicos. Sin embargo, no fue posible, y le ofrecieron pagarle solo los tres meses correspondientes al descanso prenatal y postnatal para que no volviera a trabajar. «Aquí me ofrecieron pagarme solo esos tres meses, pero yo sabía que me correspondía una liquidación. Tuve que hablar con la abogada para que pudiera asesorarme y, al final, llegamos a un acuerdo en el que me pagarían el monto de mi liquidación de forma mensual,» comenta.

Patricia ya no quería tener problemas, tanto por su estado como por consideración a la empresa en la que había trabajado durante cinco años. Así que aceptó el trato para poder dedicarle tiempo a su hija. Mientras tanto, durante los meses de confinamiento, Gimmy y Patricia vivían en un pequeño departamento alquilado y emprendieron un negocio de ropa, ofreciendo sus productos por redes sociales para generar ingresos.

Sin embargo, en agosto de ese año, falleció el padre de Patricia, lo que la obligó a dejar de trabajar en la venta de ropa. Gimmy tuvo que buscar otras formas de generar ingresos para su familia, repartiendo volantes y revendiendo algunos productos, entre otras actividades.

Con los ingresos cada vez más limitados, Patricia decidió seguir el consejo de su padre, quien les había sugerido iniciar su propio negocio y atender mascotas a domicilio. Así, Patricia y Gimmy decidieron emprender, atendiendo mascotas a domicilio. Gimmy tuvo que estudiar para ser groomer (peluquero de mascotas). Buscó expertos, vio videos por internet y fue aprendiendo poco a poco para apoyar a Patricia en su negocio.

«Gimmy no sabía nada sobre mascotas. Tuvo que aprender de otros groomers profesionales sobre peluquería canina, y lo bueno de él es que se adapta a todo y pudo aprender bastante,» comenta con orgullo Patricia.

Gimmy y Patricia cuando comenzaron a atender mascotas a domicilio.

Nacimiento de Azulvet

Así, comenzaron a comprar utensilios y productos para ofrecer su servicio de veterinaria a domicilio. Patricia se encargaba de la parte médica y Gimmy del spa. Crearon un concepto que brindaba seguridad tanto a los dueños como a sus mascotas, atendiendo dentro de su espacio y con las medidas sanitarias adecuadas para ese entonces.

Gimmy atendiendo a una mascota durante el confinamiento.

Con los ahorros generados por los servicios a domicilio durante un año, Patricia y Gimmy decidieron abrir su propia clínica. Alquilaron un local y comenzaron a acondicionarlo, dando origen a Azulvet. El nombre proviene de las iniciales del nombre de su padre, Luis Alejandro Zegarra Uceda, la V de Valentina, una mascota que comparten Gimmy y Patricia, la E de Elit, una perrita que tuvieron, y la T de Titán, el primer perrito de Patricia.

Sin embargo, cuando empezaron a montar su primer local, no recibieron el permiso de la Municipalidad de Lima. A pesar de sus esfuerzos, la autorización fue denegada rotundamente. Sin desanimarse, y tras perder cerca de S/10,000 en su primer local, buscaron otro en Surco, cerca de otras veterinarias. La recepción fue exitosa gracias a su propuesta de valor, reflejada en el eslogan «Porque la familia se cuida», inspirado en las palabras del padre de Patricia, quien consideraba a sus mascotas como parte de la familia y creía que debían ser cuidados con amor.

Esta propuesta incluye un área de spa con lunas transparentes para que los dueños puedan observar el trato que reciben sus mascotas, asegurándoles que están en buenas manos.

Gimmy y Patricia y una colaboradora en su propia veterinaria.

Actualmente, ofrecen diversos servicios veterinarios y especialidades como nutrición, traumatología, cardiología, medicina felina, y disponen de un laboratorio para análisis de sangre, entre otros servicios. Además, cuentan con seis trabajadores y han sido recomendados por diversos artistas locales, incluyendo a Manolo Rojas, Claudia Serpa, Fernando Armas, Patricio Parodi y Alessandra Fuller, con quien continúan trabajando con su pequeña mascota.

Proyectos

Patricia y Gimmy planean expandirse abriendo nuevas sedes y modernizando su local actual. Su visión es consolidarse como una importante cadena de veterinarias en Lima, manteniendo siempre su esencia y su lema: «Porque a la familia se le cuida».

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