La Asociación de Productores de Huevos del Sur (APROHSUR) y la Asociación de Productores de Huevos del Norte (APROHNOR) denunciaron un aumento en el contrabando de huevos de contrabando desde Bolivia. En las últimas semanas, este ingreso sistemático ha generado preocupación en la industria avícola nacional.
Las asociaciones informaron que el contrabando se concentra principalmente en la región de Puno. Juliaca actúa como un centro de acopio, desde donde los huevos se distribuyen a Puno, Cusco, Madre de Dios, Tacna, Moquegua y Arequipa.
Se estima que el contrabando asciende a 7,000 paquetes diarios, lo que equivale a 8,82 millones de huevos por semana. Estos productos ingresan al país en camiones por carreteras con escaso control aduanero, lo que representa una pérdida semanal superior a S/3,3 millones.
Léster Cervantes, presidente de APROHSUR, advirtió que este contrabando plantea un grave riesgo económico y sanitario. “Además del severo daño económico a la industria avícola nacional, el contrabando de huevos representa un peligro de salud pública”, indicó.
Desde Santa Cruz hasta Juliaca
El presidente de APROHSUR explicó que transportaban los huevos bolivianos por tierra desde Santa Cruz hasta Juliaca. Este trayecto puede durar hasta siete días y se realiza en condiciones insalubres, aumentando el riesgo de deterioro y enfermedades respiratorias en aves.
Pedro José de Zavala, director de APROHPERÚ, señaló que es muy complicado identificar el huevo de contrabando. Aunque existen diferencias como el color del cartón boliviano o los sellos peruanos, ambos productos se contaminan al estar juntos en tiendas o mercados.
En regiones como Puno y Juliaca, la situación es crítica; ya no se venden huevos de la industria nacional. “Hoy, el riesgo para la industria es aún mayor con ciudades inundadas de huevos bolivianos sin control sanitario”, añadió Cervantes.
Consecuencias a la producción nacional
APROHNOR informa que el contrabando de huevos crea una competencia desleal para los productores nacionales. Estos cumplen con todas las normativas sanitarias requeridas por el Estado, a diferencia de los productos de contrabando.
La situación también representa un riesgo para la salud pública y dificulta el trabajo de las autoridades sanitarias en el control de la gripe aviar. Ahora nos enfrentamos a un ingreso indiscriminado de huevos de contrabando que agrava este problema.
José Luis Neyra, presidente de APROHNOR, destacó que la población de aves ha disminuido en los últimos años. Hemos pasado de 24 millones de gallinas ponedoras a 20 millones, y recuperar esta producción llevará mucho tiempo.
Una vez que los vendedores colocan los huevos en el mercado, es complicado distinguir entre los de contrabando y los legales. Esta confusión perjudica a las granjas nacionales, que están abandonando su producción debido a la competencia desleal.
«Esta situación perjudica a las granjas nacionales, que han comenzado a abandonar su producción en vista de esta competencia desleal con productos bolivianos sin control sanitario que no pagan ningún tipo de impuesto», manifestó José Luis Neyra.