El comercio electrónico y el servicio delivery serán los más beneficiados con el retorno a la cuarentena.
Rolando Arellano, gerente general de Arellano Marketing, señala que a raíz de la pandemia el delivery se ha divido en dos tipos.
El primero es el formal y de empresas grandes, conformado por servicios como Glovo, Rappi o los de importantes cadenas de supermercados.
Por otro lado, se encuentra el servicio delivery más pequeño, que a menudo es informal.
Como ejemplos del segundo están las bodegas de barrio que entregan los pedidos a domicilio, las pequeñas farmacias o los restaurantes, que se dirigen al público local.
Tal como ocurre con los taxis por aplicativo, en los distritos más alejados del centro de la ciudad, y que son de escasos recursos.
“Va a haber problemas para acceder a delivery formal o de empresas grandes”, dijo Arellano.
Problemas
El gerente aseguró que a los grandes almacenes no les convendrá realizar entregas en lugares tan alejados, si la compra no es lo suficientemente grande.
Si se trata de una refrigeradora o una lavadora, sí sería viable, pero la situación cambia si se adquiere un artículo menor.
Con ello, para los consumidores de estas zonas en muchos casos sus opciones de compra estarán limitadas a sus propias localidades.
“La cuarentena no solo ayuda al e-commerce, sino también al comercio de cercanía, como las bodegas”, aseguró.
Una opinión similar manifiesta José Oropeza, socio director de Impronta Research, quien enfatiza que a lo largo de la pandemia se han desarrollado emprendimientos locales para cubrir la demanda de delivery. Ellos ganarían mayor protagonismo durante la cuarentena.
E-commerce con mayor impulso
Por otro lado, Helmut Cáceda, presidente de la Cámara Peruana de Comercio Electrónico (Capece), recordó que la cuarentena decretada en marzo del año pasado fue una gran oportunidad para las ventas online, como puede suceder ahora.
Desde su punto de vista, las empresas más grandes ya están más preparadas para evitar los errores cometidos inicialmente.
Sin embargo, considera que las microempresas pueden tener dificultades para atender la nueva demanda.
Hasta qué punto los negocios puedan aprovechar esta oportunidad dependerá en gran medida de las restricciones que el Gobierno imponga.
En este sentido, señaló que aún no se ha definido si se podrá hacer envíos a provincias o no, también dependerá de qué tan rápido el negocio pueda adaptar su capacidad logística a la mayor demanda.
“No hay que olvidar que el comercio electrónico es básicamente un negocio de logística. Entonces, lo importante es confiar en las empresas logísticas de última milla, apoyarse en ellas. El mayor reto es para las microempresas, que aún no han ganado mucha experiencia en esto”, manifestó Cáceda.
Además, Oropeza sostuvo que desde el anuncio del mandatario ya ha empezado a incrementarse la demanda en los supermercados y nuevamente esta virará hacia una compra de abastecimiento.