Posee más de 240 mil seguidores en Tik Tok y casi 13 mil seguidores en Instagram. Su nombre es Walter Proetzel, pero miles lo conocen como el «maestro cervecero«.
Con casi tres décadas de experiencia, ha aprendido a disfrutar un buen vaso de cerveza, a descubrir aromas, sabores y colores. Lo reconocimos de inmediato durante una cata de cerveza de un conocido restaurante norteño y conversamos sobre la realidad del consumidor nacional de cerveza.
¿El consumo de cerveza en el Perú aún tiene una carga peyorativa?
En el Perú tenemos la idiosincrasia que la cerveza es solo para emborracharse, no estamos bien instruidos en el mundo de la cerveza.
¿Cuál sería una instrucción idónea?
Promover la cultura cervecera responsable. En el Perú nos hemos acostumbrado a ver solamente la intensidad cuando hablamos de la cerveza…
Es decir, cantidad de consumo…
Así es. Viene el fin de semana y la idiosincrasia es tomarnos toda la cerveza. Eso no debería darse. Lo que buscamos inculcar es que la cerveza es un buen acompañante de las comidas en cualquier día de la semana. Si quieres pasarla bien, en buena compañía, hazlo con una cerveza que es la bebida social número uno. En cualquier lugar el mundo, el punto de reunión de mucha gente es una cervecería. Entonces, tenemos que educar al consumidor en lo que es la cerveza, conocer la materia prima, y cuáles serían las ocasiones para su consumo.
¿»Cultura cervecera» significa limitar su consumo? ¿Deberíamos avanzar hacía ello?
Tenemos culturas cerveceras con mucha tradición en Alemania o Bélgica. El mundo está evolucionando en la producción y el consumo de cervezas; el Perú, con tanto reconocimiento en su gastronomía, no se puede quedar atrás. Nuestro país es una tierra de cerveceros porque hay buenos maestros, pero tenemos que enseñarle al consumidor a disfrutar la cerveza pues no solo se trata de abrir una botella. Por ejemplo, a veces, tomamos la cerveza desde la botella; sin embargo, en un vaso podemos disfrutarla mejor.
¿Dónde están nuestros maestros cerveceros?
Están en varias puntos del país. La historia de la cerveza en el Perú inició en 1863 cuando se elaboró Pilsen Callao. Incluso, fue la primera cerveza peruana premiada en el extranjero, en 1878. Podemos decir que, antes de la gastronomía, la calidad de nuestro cerveza ya era reconocida. Entonces, un cervecero aprende del que ya sabe pues hay tradiciones que van mejorando la calidad del producto. Ahora falta que el consumidor entienda el trabajo de un maestro cervecero.
¿Hemos ‘amarrado’ la imagen de la cerveza al ceviche o a la ‘pichanga’?
Ha evolucionado, pero aún seguimos allí. Hace muchos años, cuando regresé de Alemania, me di cuenta que solo tomaban cerveza los varones mientras que, en otras culturas, todos toman cerveza. Hoy, tenemos mujeres cerveceras que han empezado a disfrutar la cerveza. Hay que enseñarle al consumidor toda esta evolución. Es verdad, todavía pensamos que la cerveza solo es para el fútbol, pero creo que esto cambiará.
¿Qué falta para que el consumidor consuma otras marcas de cerveza y no las de siempre?
En el Perú hay una oferta variada y el que define es el consumidor. En el país tenemos muchos estilos de cerveza, pero el peruano tiene aun mayor preferencia por dos marcas conocidas debido a la historia de dichas cervezas. Pero, el consumidor peruano está evolucionando pues las nuevas generaciones han hecho que el mercado de las cervezas se vuelva atractivo.
¿Ha aumentado el consumo?
En el año 2000, el consumo per cápita era 20 litros; hoy estamos en 45. Habíamos pronosticado que, en el 2015, llegábamos a 50. Entonces, hay oportunidades para entender y consumir la cerveza de manera responsable. En los años 80, en Argentina el consumo per cápita era de 8 litros; hoy están en 42, y se están convirtiendo en potencia porque tienen 4000 micro cervecerías, una cifra similar que Estados Unidos. Perú tiene 200 micro cervecerías. Entonces, los jóvenes están buscando nuevos estilos de cerveza y por eso debemos mirar a las nuevas generaciones que no desean la cerveza que tomaba el abuelo, sino que desean una nueva identificación.
La historia de la cerveza peruana se ha ligado a ciudades como Chiclayo, Trujillo, Callao, Arequipa, Iquitos. ¿Se han sumado más ciudades?
Cada región ama su cerveza. Sin embargo, por lo que veo, cada año crece el número de micro cervecerías en el Perú. Si vas a Ayacucho, tienen cinco micro cervecerías.
¿Las micro cervecerías es una experiencia nueva o no se conocía?
Ha evolucionado. Lo que me gusta es que los nuevos cerveceros están buscando la calidad del producto, hay mucha maestría cervecera y productos muy buenos. Tenemos cervezas para escoger en todo el Perú.
Entonces, sí estamos cambiando….
Se está aprendiendo mucho de la cerveza. Algunos cambios: hay más frecuencia de consumo que de intensidad; se le aprecia como una bebida para disfrutar en diferentes ocasiones: es el maridaje perfecto para la comida peruana; la mujer ha evolucionado en su elaboración y consumo. En general, hemos aprendido a apreciar la cerveza, pero aun nos falta, y eso a lo que llamo cultura cervecera.