La consultora Deloitte, realizó un estudio del mercado de relojes de lujo de segunda mano. En este, identificó que el mercado actualmente está estimado en 20,000 millones de francos suizos (casi US$22,000 millones).
Sin embargo, se proyecta un crecimiento significativo para el 2030, en el cual se puede alcanzar los 35,000 millones de francos suizos (casi US$38,000 millones).
Cabe mencionar que si bien las exportaciones de relojes suizos han tenido buen auge, rompiendo récord, las ventas de relojes de segunda mano van a la par. Este interés en las piezas de segunda se ve impulsado principalmente por la generación Z, quienes buscan adquirir marcas de lujo responsablemente.
Mercado de relojes de lujo de segunda mano
El mercado de relojes de lujo de segunda mano, inicialmente estaba centrado en coleccionistas que buscaban piezas exclusivas en subastas.
Sin embargo, ahora se ha enfocado en las ventas online, en las cuales pueden mostrar la autenticidad del producto y a la vez, llaman la atención de las propias marcas.
Fabienne Lupo, expresidente de la Fundación de Alta Relojería, explicó que actualmente se ha evidenciado una toma de consciencia, a nivel mundial, sobre el consumo responsable de estos productos.
Lupo, en noviembre organizó una reunión de lujo de segunda mano, donde acudieron los gigantes de subastas como eBay y plataformas de venta de relojes como Watchbox.
¿Cuáles son las razones del crecimiento de este mercado?
Este crecimiento significativo se debe a que, tanto los millenials (nacidos entre 1980 y 1990) como la generación Z (nacidos entre 1997 y 2010), se preocupan mucho por el cuidado del planeta, por lo que no quieren comprar cosas nuevas, explicó Lupo.
Asimismo, existe un gran interés por los objetivos vintage o antiguos y que no se encuentren en todas partes, es decir, que tengan exclusividad.
Además, el avance de la digitalización ha permitido que se incrementen el número de plataformas de relojes usados certificados.
Rolex de segunda mano
Rolex, la marca de relojes de lujo, lanzó en diciembre su programa de segunda mano al lado de la empresa Bucherer. Esta última, se encarga de identificar si las piezas son auténticas y las vende en 6 países, con el objetivo de llegar a Estados Unidos.
Por su parte, Jon Cox, analista de Kepler Cheuvreux, mencionó que los fabricantes de relojes se preocupaban por este mercado secundario.
Sin embargo, ya se dieron cuenta que todo esto genera un efecto de aureola, pues los altos precios refuerzan el valor de su marca en el mercado primario, finalizó Cox.