Las cifras del 2021, para la empresa acuícola tuvieron ventas en volumen de 17 000 toneladas de langostinos y 106 millones de dólares en valor, por lo que para el 2022, los envíos tendrán un crecimiento anual estimado de 23%, por lo que para el presente esperan convertirlas en 22 000 toneladas y 144 millones de dólares.
La empresa acuícola, Marinasol se sitúa entre las 10 mayores exportadoras de recursos acuáticos en Perú.
Gracias a la aplicación desde 2018 de un revolucionario sistema de intensificación productivo que viene implementando de manera progresiva, la compañía poco a poco se está convirtiendo en un importante actor en la producción de langostinos (Litopenaeus vannamei) en Sudamérica.
Dentro de la estrategia empresarial destaca la integración vertical, controlando desde la fase de criadero o de laboratorio larvario, hasta la comercialización.
Asimismo, parte de esta estrategia pasa por mantener también la proximidad en toda de la cadena de valor del producto, con instalaciones de congelación a hora y media de las granjas, lo que les permite mantener en todo momento una logística óptima para asegurar la calidad de un producto conocido y apreciado en Asia, Europa y América.
El grupo familiar Dyer Coriat es su accionista principal desde que, en 2007, asumiera el rumbo de la compañía.
Los Dyer Coriat están acostumbrados a cosechar en el ámbito agroalimentario a través de Camposol, empresas exportadoras de primer nivel.
Las granjas acuícolas de Marinasol cuentan con una ubicación estratégica en la provincia de Tumbes, en el extremo noroeste del Perú, haciendo frontera con Ecuador.
Esta posición privilegiada les permite aprovechar las espléndidas condiciones climáticas y de temperatura que proporciona el Golfo de Guayaquil, ideal para el cultivo del langostino.
El CEO de Marinasol, Roberto Ferrón, explicó que Marinasol es el único proyecto del mundo que maneja dos sistemas de cultivos: el semiintensivo, modelo de éxito Ecuador; y el intensivo, el de Asia.
Según Ferrón, Marinasol maneja dos sistemas de cultivos: el semiintensivo, con densidades de 20 individuos por metro cuadrado, como el que se practica en Ecuador, país de éxito global en el cultivo de langostinos; y el intensivo, con densidades de 300 individuos por metro cuadrado, y que representa el modelo de éxito en Asia.
La compañía ha desarrollado su propio sistema intensivo de producción, que le permite obtener langostinos de 28 gramos en 105 días, con una productividad de 42 toneladas por hectárea en cada ciclo.
En ese sentido, en operación hay 135 hectáreas, lo que nos genera en volumen 20 000 toneladas de langostinos al año.
El objetivo a medio plazo es seguir creciendo y reconvirtiendo el extensivo en intensivo hasta alcanzar exportaciones por valor de 250 millones de dólares.
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