Tras las protestas, la plaza turística de Cusco ha sufrido graves consecuencias. La afluencia de turistas extranjeros ha disminuido considerablemente y se han cancelado muchos de sus arribos, incluso para el segundo trimestre.
Antes de los bloqueos, la plaza recibía alrededor de 4,000 turistas por día, tanto nacionales como extranjeros, pero ahora solo llegan alrededor de 700. Esta situación también ha tenido un impacto en los futuros proyectos hoteleros.
Según el presidente de la Cámara de Comercio de Cusco, John González, tres cadenas hoteleras extranjeras mostraron interés en adquirir terrenos en el Valle Sagrado, específicamente en Urubamba y Ollantaytambo, pero debido a la situación actual, su interés puede haber disminuido.
«El objetivo de los empresarios era comprar las áreas para desarrollar proyectos de hotelería que acogiera, posteriormente, a los turistas que lleguen a esas zonas por la importante oferta turística presente», detalló.
González indicó que el último contacto que tuvieron con estos inversionistas ocurrió el año pasado, anterior a las manifestaciones. «Posterior a ello, la comunicación se ha perdido y creemos que el interés también», lamentó el portavoz.
Mientras tanto, las operaciones actuales muestran un descenso considerable en la ocupación de los hoteles de 3, 4 y 5 estrellas, los cuales llegan a tener cubiertos entre el 2% y 3% de su capacidad. Ello frente a una condición más ventajosa de los hoteles de 1 y 2 estrellas, cuya ocupación está alrededor del 20%.
«Los alejamientos de 1 y 2 estrellas se dinamizan por el tránsito nacional, a diferencia de los de mayor nivel, cuyo target es el turismo receptivo», sostuvo González.
Así, el turismo extranjero tiene cancelaciones hasta junio, pero confían que en estas semanas nuevas reservas de cara al Inti Raymi (24 de junio), por lo que es importante la ejecución de una campaña promocional para este destino.