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Tres destinos emergentes de Argentina: San Juan, La Rioja, Catamarca

La Cordillera de los Andes, que se extiende por todo Argentina, es la cadena montañosa más grande del planeta. Junto con sus volcanes, lagunas y fauna, se erige como uno de los paisajes naturales más maravillosos del mundo.
Por Infomercado
6 minutos

La Cordillera de los Andes, que se extiende por todo Argentina, es la cadena montañosa más grande del planeta. Junto con sus volcanes, lagunas y fauna, se erige como uno de los paisajes naturales más maravillosos del mundo.

Unidos por ella se esgrimen tres destinos emergentes que concentran las mayores riquezas de Argentina. Comenzando desde el Aeropuerto porteño Jorge Newbery en Buenos Aires, se puede volar en un trayecto de un poco más de una hora hacia la provincia de San Juan para comenzar la aventura. 

San Juan

San Juan es otra de las grandes tierras argentinas del buen vino, con el Syrah como bandera y alrededor de 300 días de sol. Al pie de la Cordillera de los Andes, cuenta con paisajes maravillosos y lugares para asombrarse con la vía láctea como “El Leoncito” o el Parque Nacional San Guillermo.

El mismo día de arribo, desde el Aeropuerto se podrá trasladar fácilmente hacia el Parque Provincial Ischigualasto, más conocido como el “Valle de la Luna” -a 330 km de la ciudad capital-. Recorrer sus hectáreas es pisar los mismos caminos que hicieron los dinosaurios, pero hace 180 millones de años.

De hecho, su importancia radica en el valor científico de los hallazgos paleontológicos, que el turista puede conocer y hasta ver en vivo y en directo. Por todo ello fue nombrado Patrimonio de la Humanidad por la UNESCO.  

La Rioja

Dejamos Cuyo para ir unos kilómetros al norte de San Juan e ingresar en territorio riojano. Lo que más impacta de este lugar es su color: el paisaje se tiñe de rojo debido a la característica especial de su tierra, considerada la más fértil del mundo.

Pegado al Parque Provincial Ischigualasto, en San Juan, se ubica el Parque Nacional Talampaya, parada obligatoria para todo turista. Al entrar, el paisaje sorprende por el enorme cañón surgido de siglos de erosión que domina Talampaya.

Lleno de formaciones rocosas de diversas formas, comparte con el Valle de la Luna la fascinación por experimentar cómo era la vida hace miles de años.

La forma más común de visitar Talampaya e Ischigualasto es a través de las excursiones organizadas desde ambas capitales provinciales, La Rioja y San Juan. Incluso, es posible visitar ambos Parques en simultáneo, para una experiencia completa. 

Por otra parte, en La Rioja la propuesta es contemplar y disfrutar. Es muy recomendable hospedarse en Villa Unión o Chilecito, dos destinos preparados para ofrecer todas las herramientas al turista: alojamiento, traslados y excursiones y disfrutar de un buen vino Bonarda.

Desde allí, a 3 horas y media se llega a la Laguna Brava, una maravilla natural y hogar de flamencos rosas que conforman una fotografía mental que se llevará para toda la vida. Por último, siguiendo el sinuoso tramo por la Ruta 40, otra parada obligatoria es la Cuesta de Miranda, un lugar de grandes barrancos de tierra colorada.

Catamarca

Por último, avanzando hacia el norte de Argentina, a dos horas en auto, se llega a San Fernando del valle de Catamarca, hogar de tesoros increíbles como lagunas, salares y volcanes. De hecho, allí se encuentra La Ruta de los Seismiles, la segunda zona de paso aéreo más alta del mundo después del Himalaya.

Las excursiones salen desde la localidad de Fiambalá -la “Puerta de los Seismiles”- donde se ofrecen múltiples servicios turísticos.

De regreso a Fiambalá, en la ladera oriental de la Cordillera de los Andes y a más de 1500 metros de altura, existe una maravilla natural para recuperar energías tras la excursión en las montañas. Su principal atractivo son sus aguas termales, cuya temperatura varía entre los 28°C y los 50°C.

Estas contienen componentes minerales y curativos muy recomendados para las personas que sufren afecciones de artritis y osteoporosis, reumatismos, fibrosis, soriasis, alergias de la piel y afecciones respiratorias, entre otras.

Catamarca, La Rioja y San Juan son solo una parte de los miles de kilómetros que recorre la Cordillera de los Andes. Argentina cuenta con destinos emergentes que guardan joyas de la humanidad imperdibles para todo tipo de plan, ya sea deportivo o de descanso, en familia o con amigos. 

Paradas obligatorias: Las Dunas de Medanitos, una zona desértica que se despliega en un inmenso territorio de blancos médanos. Un escenario ideal para hacer sandboard. Las mejores dunas de Catamarca se encuentran ubicadas en el departamento de Tinogasta.

Estos cerros cautivan por la belleza a todos los turistas aventureros que van a visitar el pueblo catamarqueño. Desde la ciudad de Tinogasta se llega a Tatón, una pequeña localidad en la cordillera catamarqueña, luego de recorrer 92 kilómetros, donde se pueden apreciar las características singulares de la puna y la pre-puna.

Seguimos el viaje hasta llegar a la Cuesta del Portezuelo es un destino magnífico para hacer un descanso y apreciar la vista del Valle Central y sus caminos sinuosos repletos de vegetación con ejemplares de algarrobo, palo borracho y variedades de cactus así como también compartir una gratificante avistaje de cóndores volando en lo más alto de la cumbre. 

En el corazón de la puna catamarqueña, se encuentra un parque de esculturas naturales, donde Antofagasta de la Sierra guarda un tesoro que es el de La Piedra Pómez.

Estas rocas blancas con crestas rosadas, se fueron formando producto de las erupciones volcánicas que con el viento fueron constituyendo este paisaje que hoy es uno de los más visitados por todos los turistas del mundo declarando que es uno de los paisajes más exóticos que hayan visto antes.

Y, por último, cada destino nos regala no solo hermosos paisajes sino también cultura enriquecedora de sus pueblos: fundada en el año 1558 a orillas del rio Quimivil, el Pueblo Londres, un pequeño pueblo que en su origen fue reconocida como el Londres de la Nueva Inglaterra, en homenaje a la esposa del rey de España Felipe II, la Reina María Tudor de Inglaterra, y ese nombre perduró hasta la actualidad.

¿Qué hay para hacer? La visita a las “Ruinas de Shincal”, uno de los sitios arqueológicos más importantes del país y de Sudamérica en las que se puede observar muchas construcciones, con trazado de plazas y centros ceremoniales.

El Monumento Histórico Nacional rodeado de ruinas que eran el templo de culto a los dioses como el “Kallanca”, el “Ushnu”, la “Aukaipata”, y el “Sinchihuasi”.

En el suroeste, recorriendo la RN40 y la RN60 hacia Tinogasta, se puede recorrer la “Cuesta de Zapata”, un lugar ideal para los viajeros aventureros que desean pasar un gran día haciendo deportes extremos como mountain bike o, acercarse a los baños termales en el Valle de los Colorados, realizar caminatas o cabalgatas.

Para hospedarse hay cabañas y casas para alquilar.