The Spanish Flies es un grupo de rock que se formó en Edmonton, provincia al oeste de Canadá, entre el frío y la inquietud de una guitarras. Su líder, el piurano Feliam Gamarra Cueva (27), empezó este emprendimiento musical hace más de 10 años y a más de 7 mil kilómetros de distancia, en la calurosa Piura, Perú, con el anhelo de que sus composiciones se escuchen en todo el mundo.
En el 2009, cuando Feliam alternaba la universidad con cursos de administración culinaria, decidió tocar la guitarra, aprenderla. Sabía nada. En aquel tiempo, sus referencias musicales zigzagueaban entre Bob Dylan, Los Mirlos, Líbido y Oasis. Luego llegaron The Beatles. La idea era saberlo todo. Dos años después, acompañando a su madre, su vida giró a Canadá, donde la soledad y una nueva sociedad generaron más responsabilidad en el espíritu creador.
Pero no fue fácil. Feliam entendió que debía invertir dinero. Y vivir. Y para ello trabajar: recepcionista en hoteles, cocinero en restaurantes y demás cachuelos norteamericanos que le permitían ahorrar, conocer el país y entender, por fin, que lo suyo es el rock. Fel, como le llaman sus amigos, pululaba en conciertos, ahorró para viajar con su ukelele por Europa el 2013, practicaba con la armónica y asumía lo difícil que era enamorar un piano. «Para formar mi banda debí invertir unos 3 mil dólares», recuerda el músico piurano.
Desde el 2015 y tras el vaivén de varios miembros, su banda está conformada por Eric Escobar, en el bajo; Evan van Ramshorst en la guitarra e Izaac Middleton en la batería. Feliam, con su voz, primera o segunda guitarra y letras sobre el amor, la lejanía y la bohemia, recorre junto con sus compañeros los festivales o recitales que se promocionen en su ciudad. Usan Youtube y Facebook para hacerse notar.
«La música es una mezcla de todas mis experiencias rock, pop y latinas. Tenemos ya dos EP, que se pueden escuchar en Spotify. Estos son Ignorancia is bliss y Good things come to those who wait. Ahora estamos más seguros del sonido que queremos y del mensajes que queremos compartir. Un sonido más positivo, psicodélico y latino, canciones que hablan de aceptarse, de creer en uno mismo y ser feliz.
Feliam Gamarra es consciente que nació en una ciudad donde se respira cumbia en cada esquina y donde el rock, actualmente, solo aparece en pequeños festivales juveniles y redes sociales, y digamos que no es rentable, salvo que sea un pasatiempo; sin embargo, es necesario saber que grupos como Armonía 10 o Agua Marina empezaron su travesía machacando el rock y tocando para matrimonios y bautizos en una vieja Piura de 1970. Otros conjuntos como Sangre Verde dejaron de tocar. Paradojas de la vida.
Muchas bandas de rock empiezan con rock y después de algún tiempo pueden pernoctar tocando música variada. Una cumbia, una salsa, un regueatón. Feliam quiso dedicarse al rock, y para ello aprovechó su viaje a Canadá e intentar un salto al mercado estadounidense. Así que debió hacer presupuestos: costo en salas de grabación y ensayo, instrumentos nuevos, pasajes interurbanos con la banda -tocan hasta en 20 shows por año-, pagos para que sus LP’s aparezcan en Spotify…
«Gasté unos tres mil dólares para iniciar mi banda. Ahora, en el 2019, lanzamos el sencillo Mr. Evil. Experimentamos con la psicodelia, hablamos de las tentaciones de la vida», afirma el rockero piurano hoy instalado en Canadá.
Hace una semanas, The Spanish Flies fueron nominados a los Edmonton Music Awards. Lo consideran un primer reconocimiento a su esfuerzo. El éxito no se logra de un día para otro, comenta Feliam, el piurano que a los 7 años dejó Chulucanas para descubrir que lo suyo es la música. Y quiere lograrlo, así sea lejos de su patria.
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