La eficiencia del riego presurizado puede llegar hasta un 95% si se realiza un manejo adecuado, casi el doble de eficacia si se compara con el riego por canales y surcos, indicó Hinmel Rodríguez, gerente comercial de Agricultura de Pavco Wavin.
Rodríguez agregó que este tipo de irrigación en el agro permite la aplicación de cantidades exactas de agua y nutrientes sin desperdicios.
En el mercado existen cuatro sistemas de riego presurizado: por goteo, microaspersión, aspersión y riego mecanizado.
“La selección de cualquiera de los métodos dependerá de las características agronómicas del cultivo que queremos desarrollar, así como de las condiciones agroclimáticas de la ubicación geográfica del proyecto”, mencionó Rodríguez.
En el Perú, el riego por goteo es el más común debido al tipo de suelo arenoso que predomina en la costa del país, donde se desarrollan los principales cultivos intensivos de exportación como las frutas y hortalizas.
Otro de los tipos de riego presurizado más frecuente es el mecanizado, que se utiliza en cultivos, como la caña de azúcar, y de cobertura total, como la alfalfa y otros forrajes y granos que ocupan grandes extensiones.
Los sistemas de goteo, aspersión y microaspersión son utilizados en laderas. Esta clase de irrigación permite un oportuno abastecimiento de agua y nutrientes a las plantas en la cantidad indicada.
“El beneficio de contar con este tipo de riego se traduce en la posibilidad de cubrir el doble de superficie del campo con la misma cantidad de agua que usa el riego no tecnificado”, mencionó el especialista.
Otra de las ventajas es que gracias al control que permite el sistema, se obtienen mejores resultados en la calidad y cantidad de producción, lo que trae como consecuencia beneficios económicos para los agricultores.
Para todo ello, Pavco Wavin ofrece productos desarrollados en su casa matriz en Ámsterdam, Holanda, que son flexibles, resistentes a la degradación y compatibles con los equipos utilizados en las técnicas actuales.