El Ministerio de Vivienda anunció que los subsidios cruzados de las tarifas de agua dejarán de aplicarse a todos los usuarios y se focalizarán únicamente en familias de bajos ingresos. Distritos como San Isidro, Miraflores y La Molina pagarán el costo real del servicio.
Nuevo esquema de subsidios
La medida, oficializada en la Resolución Ministerial N° 215-2025-VIVIENDA, busca modificar el sistema de subsidios aplicado por la Superintendencia Nacional de Servicios de Saneamiento (Sunass). Hasta ahora, casi toda la población peruana recibía algún apoyo en su recibo de agua, sin importar el nivel socioeconómico.
Con el nuevo modelo, solo se subsidiará el consumo básico de 100 litros diarios por persona, mientras que los hogares con alto consumo o ubicados en zonas de mayores ingresos deberán asumir la tarifa completa.
Incremento será gradual
El aumento de tarifas se implementará de manera progresiva a partir de 2027, en dos periodos regulatorios consecutivos. La Sunass tendrá la obligación de difundir los informes técnicos y revisar la metodología cada cinco años.
El ajuste incluye una modificación en la tasa de interés reconocida a las EPS (Empresas Prestadoras de Servicios), lo que impactará en el cálculo tarifario.
Los ingresos adicionales se destinarán al Fondo de Inversión Agua Segura (FIAS), que financia proyectos de ampliación, modernización y cierre de brechas en agua potable y saneamiento.
El objetivo es que los usuarios en situación de pobreza y vulnerabilidad mantengan su acceso a un servicio de calidad, mientras los hogares de mayores ingresos cubren el costo real.
Déficits en cobertura y calidad
Según la ENAPRES 2024, 3,3 millones de peruanos aún no cuentan con agua potable y 7,26 millones carecen de alcantarillado. Aunque 21,9 millones están en zonas con EPS, solo 19,6 millones reciben el servicio.
El suministro promedio es de 17,3 horas al día, pero un tercio de los hogares recibe menos de 10. Además, el 64.5% no accede a agua con el nivel de cloro adecuado.
Gestión deficiente limita avances
Pese al incremento del presupuesto en el sector, la ejecución en agua y saneamiento solo alcanza un promedio del 66.7% en la última década. La mayor parte se concentra en gasto corriente, mientras que el mantenimiento de redes recibe menos del 4% del presupuesto.
Videnza Consultores advierte que sin mejoras en gestión y priorización, el alza de tarifas no será suficiente para cerrar las brechas de cobertura y calidad.