A partir del 16 de junio, las empresas con ingresos iguales o mayores a 2,300 UIT (equivalentes a S/11,845,000) deberán presentar sus declaraciones juradas informativas sobre Precios de Transferencia correspondientes al ejercicio fiscal 2024, según el cronograma de la Sunat. Esta obligación aplica para quienes hayan realizado operaciones con partes vinculadas por montos entre 100 UIT (S/515,000) y 400 UIT (S/2,060,000).
¿Por qué es importante esta declaración?
La finalidad de esta normativa es asegurar que las transacciones entre empresas relacionadas, ya sea dentro del país o con el extranjero, se realicen a precios de mercado. Esto busca evitar maniobras que reduzcan artificialmente la carga tributaria, como la evasión o elusión fiscal.
Para lograrlo, la Sunat reforzó su estrategia de fiscalización. Hoy más que nunca, las empresas que no cumplan o entreguen datos inexactos se exponen a sanciones importantes.
Carlos Vargas Alencastre, CEO de TPC Group, advierte en Altavoz, que el seguimiento fiscal visto en 2024 fue solo el inicio. Ya que en 2025 la supervisión será aún más estricta.
Por otro lado, las empresas que no presenten los reportes obligatorios, como el Reporte Local, Reporte Maestro o el Reporte País por País, según corresponda, podrían recibir multas, enfrentar ajustes en sus declaraciones fiscales e incluso auditorías prolongadas.
¿Qué deben hacer las empresas?
Ante este panorama, los especialistas de TPC Group recomiendan tomar acciones inmediatas:
- Revisar todas las operaciones con empresas vinculadas durante 2024 para asegurarse de que estén correctamente identificadas y registradas.
- Verificar si se superaron los montos mínimos que obligan a presentar los reportes.
- Preparar con anticipación toda la documentación requerida por la SUNAT, cumpliendo con los formatos oficiales y los plazos establecidos.
Más que una obligación, una estrategia
Cumplir con estas normas no solo evita sanciones. También mejora la imagen de la empresa ante las autoridades fiscales y refuerza su reputación.
La SUNAT dejó claro que vigilará de cerca el comportamiento tributario de las empresas. Por ello, actuar con anticipación y responsabilidad será fundamental para evitar impactos negativos en las finanzas y en la estabilidad de las organizaciones.