La cadena de gimnasios Smart Fit, uno de los principales jugadores del sector fitness en América Latina, ha puesto en marcha una ambiciosa hoja de ruta en el Perú: apuntar a un crecimiento del 23% en ventas para 2025, consolidar su presencia en el segmento low cost y, al mismo tiempo, apostar por el mercado premium con su nueva marca Bio Ritmo.
Actualmente con 90 locales operativos en el país, la compañía brasileña planea abrir 15 gimnasios adicionales bajo el modelo Smart Fit y dos sedes más de Bio Ritmo, su propuesta de lujo enfocada en clientes con mayor capacidad de gasto.
Esta estrategia dual le permite a la empresa cubrir un espectro amplio de consumidores, desde quienes buscan entrenar con un presupuesto ajustado hasta aquellos que priorizan una experiencia de alto nivel. “Queremos que cualquier persona, sin importar su perfil económico, encuentre una alternativa para mantenerse activa”, señala Thiago Somera, country manager de Smart Fit Perú en una entrevista con Gestión.
Bio Ritmo: la nueva apuesta para conquistar al público de alto poder adquisitivo
Aunque el crecimiento de Smart Fit ha sido vertiginoso en los últimos años, la apuesta por Bio Ritmo será más medida y selectiva. La marca, que acaba de inaugurar su primer local en el centro comercial El Polo (Surco), responde a una demanda creciente por experiencias más exclusivas en el mundo del bienestar.
Con una inversión que supera los US$ 3.5 millones y una superficie de 2,300 m², este gimnasio marca un antes y un después en la propuesta de valor del grupo en Perú. A diferencia del modelo masivo de Smart Fit, Bio Ritmo apunta a un perfil de usuario que busca calidad, diseño, tecnología y personalización.
Y la demanda parece responder. Un segundo local ya se alista para abrir en Miraflores en los próximos meses, y no se descarta una tercera sede hacia finales de 2025 o inicios de 2026, en zonas como San Isidro u otros distritos con alto ticket promedio.
¿Qué otras marcas podrían llegar al Perú?
Más allá de Smart Fit y Bio Ritmo, el grupo maneja nueve marcas en mercados como Brasil y México, incluyendo estudios especializados en yoga, boxeo, cycling o entrenamiento funcional. Si bien no hay una fecha exacta, la compañía evalúa seriamente la introducción de nuevas marcas en Perú, aprovechando el posicionamiento que ya tienen en otros países de la región.
Con operaciones en 16 países de Latinoamérica, la empresa busca aprovechar su escala y experiencia para adaptar modelos exitosos a la realidad peruana, un mercado que aún presenta espacio para innovar en el sector fitness.
