Cada vez son más los peruanos interesados en poner sus ahorros a trabajar y en buscar alternativas atractivas en invertirlos en el mercado de valores.
“Nos encontramos en un entorno donde la rentabilidad que ofrecen los productos de ahorro tradicionales como el depósito a plazo no hacen sentido para los niveles de inflación alta como los actuales, lo que hace que miles de peruanos hayan iniciado su transición de ahorrador a inversor” apunta Sebastián Documet CFA, Gerente General de Renta 4 SAB.
La pandemia ha supuesto una profunda y acelerada transformación de muchos aspectos de nuestra vida diaria. La forma en que nos comunicamos, hacemos compras o nos entretenemos ha cambiado de forma irreversible, y la forma en que invertimos nuestros ahorros no es una excepción. Si bien coexisten distintos perfiles de inversionistas cabe destacar una mayor participación del inversionista millennial.
“Se trata de profesionales muy bien informados, nativos digitales, muchas veces autodidactas en el mundo de las inversiones, que no piensan tanto en las categorías de activos como la renta fija o variable, sino que optan invertir en sectores que son de su interés y que comparten sus valores, tales como el cuidado del medio ambiente o el desarrollo de nuevas tecnologías disruptivas” señala Documet.
Es aquí donde la demanda de servicios de administración patrimonial tradicionales como los fondos mutuos queda opacada por otro tipo de oferta más inmediata y más digital.
Se trata del grupo generacional más grande a nivel global, por lo que entender sus preferencias y adaptar la oferta de servicios se convierte en un elemento clave en la estrategia de las entidades de inversión.
“La pandemia lo ha acelerado todo, en cuestión de meses hemos visto completarse transiciones que antes solían tomar años, lo que nos lleva a pensar que la oferta de productos y servicios de inversión va a ser muy distinta dentro de unos pocos años de la foto actual, y la diferencia entre ganadores y perdedores estará su capacidad de adoptar una propuesta más tecnológica” indica el especialista.
Como pionero en el desarrollo de servicios de inversión digital en el Perú, Renta 4 SAB identifica seis aspectos clave para quienes se plantean iniciar su transición de ahorrador a inversor a través de canales digitales:
- Conocerse bien antes de invertir: Realizar una inversión requiere cierto grado de autoconocimiento, ya sea sobre el balance entre rentabilidad y riesgo con el que nos sentimos cómodos, así como temáticas con las que nos sintamos más identificados como el sector salud o tecnología. Identificar nuestro objetivo antes de empezar es fundamental para desarrollar una estrategia alineada con nuestros intereses.
- Elegir un esquema de comisiones adecuado: No todos los inversionistas tienen el mismo nivel de apetito por el riesgo y no todos invierten con el mismo horizonte temporal. Los más activos y dinámicos buscarán plataformas con comisiones por operación bajas, mientras que inversionistas a largo plazo podrán mayor atención a comisiones de mantenimiento de cuenta o custodia de valores. Lograr un equilibrio entre los gastos asociados es clave para lograr nuestros objetivos.
- Acceso a oportunidades globales: Las economías son por naturaleza cíclicas y su crecimiento se reparte de forma distinta entre sus sectores, por lo que identificar oportunidades de inversión es tan importante como poder acceder a ellas. El acceso a mercados globales – ya sean europeos, norteamericanos o emergentes – ampliará exponencialmente nuestro universo de activos invertibles y nos dará opción a aumentar nuestra diversificación y disminuir riesgos.
- Precios competitivos de divisas: El acceso a mercados internacionales es de suma importancia por las razones ya mencionadas y por tanto el tener una funcionalidad para compra y venta de divisas a niveles competitivos suma valor no solo por el ahorro en precio, sino por la facilidad para realizar en una misma plataforma la compra de la divisa y la inversión en el instrumento financiero.
- Ser consistente con la estrategia: Una vez identificados nuestros objetivos de inversión el gran reto de todo inversionista es ser disciplinado con su estrategia y dejar de lado la influencia del factor emocional donde la codicia o el miedo pueden llegar a jugarle malas pasadas. Para lograrlo debemos identificar el punto máximo de ganancia (take profit) o pérdida (stop loss) con el que nos sentimos cómodos e incorporar este parámetro a nuestra inversión. De esta forma si el precio llega al nivel indicado la inversión se deshará automáticamente y evitaremos dejarnos llevar por las emociones del momento.
- Acceso diario a la información de la cuenta: La funcionalidad de una plataforma de inversiones online no debe limitarse a la toma de órdenes, sino que para hacerlo de forma profesional debemos también tener acceso a otro tipo de información como nuestro estado de cuenta, el histórico de operaciones y estado de órdenes enviadas al mercado.
- Dejarse asesorar por un especialista: Como nativo digital el inversionista millennial es autodidacta, en cuestión de minutos logrará familiarizarse con un nuevo entorno digital con facilidad y acceder a un amplio abanico de temáticas de inversión. Sin embargo, esta facilidad de acceso y variedad de producto deben complementarse con el asesoramiento personalizado de un profesional cualificado y autorizado por el organismo supervisor que conozca los riesgos asociados e informe al inversionista sobre la conveniencia los mismos de acuerdo a sus objetivos de inversión personales.