En el Perú, la producción de aceite de palma está alrededor de las 300 mil toneladas (0.41% de la producción mundial) y se da, principalmente, en las regiones de Ucayali, San Martín y Loreto.
En ese sentido, su importancia es tal que, en el año 2018, la palma aceitera representó 2% del PIB de la selva peruana. Regionalmente representó 4% del PBI en San Martín, 1.5% en Ucayali, 0.8% en Loreto y 0.2% en Huánuco.
Es pertinente decir que la palma aceitera es el cultivo dedicado a la producción de aceites vegetales que mayor rendimiento por hectárea genera, ya que una hectárea de palma aceitera puede producir hasta 8 veces más aceite que otros cultivos oleaginosos.
En ese contexto, su producción sostenible es sumamente importante, pues se traduce en un impacto positivo en el ambiente al reducir el uso de químicos y utilizar menos hectáreas de cultivo que otro tipo de aceites. También genera beneficios económicos, tanto para las regiones en donde se produce como para los pequeños y medianos productores asociados y sus familias.
«Este sector promueve 37 mil puestos de trabajo directos e indirectos cada año, lo cual significa mejores oportunidades y desarrollo para miles de familias. Adicionalmente, su cultivo sostenible genera una cadena de valor para los productores agrícolas, quienes además de ser empresarios industriales y socios, cumplen el rol de exportadores», afirmó el Ministerio de Desarrollo Agrario y Riego de Perú (Midagri).
En ese contexto, surgen oportunidades como el Programa de Palma Sostenible e Inclusiva promovido por Alicorp, Solidaridad y Nes Naturaleza, diseñado exclusivamente para las empresas y organizaciones de pequeños productores de palma aceitera. Su objetivo es iniciar acciones para la trazabilidad y sostenibilidad en la cadena de valor, fortaleciendo sus capacidades e implementando buenas prácticas de sostenibilidad.
Las proyecciones indican que en los próximos años la producción y la demanda de aceite de palma continuarán creciendo. Por ello, asegurar la sostenibilidad en toda la cadena de producción resulta fundamental para generar un impacto positivo en las familias, las comunidades y el medio ambiente.