La proyección de crecimiento que el Banco de Crédito del Perú (BCP) para este año podría ser de menos de 2.3%, lo cual significaría una desaceleración abrupta de la economía. Esto podría suceder si continúan las protestas y bloqueo de carreteras en diversas zonas del país.
Añadido a esto, el Instituto Nacional de Estadística e Informática (INEI) informó que en noviembre el Producto Bruto Interno (PBI) creció solo 1.7%; es decir, por debajo de la mediana del consenso de 2.3%.
El banco Scotiabank también se ha pronunciado al respecto y señaló que la inflación de enero “repuntaría nuevamente” por el impacto del precio de alimentos producidos localmente como frutas, hortalizas y tubérculos, como consecuencia de las manifestaciones y bloqueos de carreteras.
El BCP explicó que el repunte esperado para 2023 se explica por tres factores: un menor crecimiento mundial y endurecimiento de las condiciones financieras, una moderación del consumo privado en línea con un menor impulso por actividades rezagadas (principalmente las vinculadas a turismo y restaurantes, y servicios prestados a empresas), y un menor gasto público por cambio de autoridades subnacionales.
La situación mundial también es otro factor a tomar en cuenta. Ante ello, David Malpass, presidente del Grupo Banco Mundial, declaró que “los países emergentes y en desarrollo se enfrentan a un período de varios años de crecimiento lento impulsado por una pesada carga de la deuda y escasas inversiones. […] El bajo nivel de crecimiento y de inversión empresarial agravará los retrocesos en materia de educación, salud, pobreza e infraestructura, que ya son devastadores, así como las crecientes demandas derivadas del cambio climático”.