Cerrar la brecha de infraestructura que enfrenta el Perú será costoso y podría afectar la fortaleza fiscal de nuestra economía, advierte un informe de Moody’s Investors Service.
Según Moody’s, el uso de marcos de colaboración público-privado (APP) podría ser una forma de compensar la escasez de inversión en infraestructura.
La brecha de infraestructura en el Perú es amplia con relación a las necesidades económicas internas, al crecimiento de la productividad y con respecto a otros países con nivel de desarrollo similar.
«El Gobierno estima que su brecha general de infraestructura es de alrededor de US$15,950 millones. Cerrar esa brecha apoyaría el crecimiento, aumentaría los niveles de riqueza y subiría la competitividad del país a escala global», sostuvo Moody’s.
Corrupción es el principal riesgo
Sin embargo, los proyectos de inversión están sujetos a riesgos de corrupción, razón que retrasa los esfuerzos del Gobierno para reducir la brecha de infraestructura.
Al igual que las tensiones sociopolíticas por la desigualdad de ingresos y la informalidad económica que llevan a propuestas y oposición de proyectos.