Perú es un país que se caracteriza por tener una buena trayectoria gastronómica y grandes restaurantes que sobresalen en el mundo culinario internacional. Una de estas historias es la de Segundo Paz, fundador de la icónica ‘Sanguchón Campesino’, un verdadero referente gastronómico nacional.
Antes de deleitar paladares con sus panes, Segundo Paz forjaba su destino entre chispas y metal como soldador. Su experiencia en una empresa metalúrgica le brindó conocimientos técnicos. Sin embargo, el giro de su vida se iba a presentar con la oportunidad de explorar un mundo gastronómico a través de su hermano Jesús, quien trabajaba en una destacada compañía de embutidos en el país. Él ahí empezó a conocer todos los embutidos como jamones, chorizos, lomitos, entre otros.
El primer intento de incursión en el mundo de los sándwiches lo tuvo Jesús, pero no resultó como esperaba. No obstante, la necesidad de ganar dinero hizo que los hermanos se juntasen para encontrar un pequeño local de apenas un metro por dos en Surco, frente a un minimarket. En tan solo tres meses, con sus ricos sánguches, hicieron que su clientela crezca exponencialmente, llenando el estacionamiento del lugar.
Comenzar desde cero
Sin embargo, como en toda historia de emprendimiento, los desafíos no tardaron en aparecer. La dueña del minimarket, consciente del éxito de los hermanos Paz, decidió expulsarlos del lugar. Pero como suele suceder en estos relatos, el destino les tendió una mano amiga. El propietario del minimarket del costado les ofreció un espacio para continuar su negocio, a pesar de los desafíos que implicaba, como el alquiler del local y la distancia desde el centro de Lima hasta Surco.
No obstante, la clientela siempre preguntaba por Segundo y Jesús, hasta que se dieron cuenta que estaba en el minimarket del costado. Además, la porciones de jamón que ofrecían los hermanos paz eran de 20 gramos (que lo siguen manteniendo hasta ahora). Por estas razones, al mes recuperaron su clientela.
Pero la verdadera clave del éxito de los hermanos Paz no radicaba solo en su capacidad para vencer los obstáculos, sino en la calidad y la autenticidad de su producto. La decisión de elaborar sus propias hamburguesas marcó la diferencia en un mercado saturado. Desde aquellos modestos inicios de preparar unos de 2 a 3 kilos de carne molida al día, hoy en día producen hasta 75 kilos diarios para satisfacer a una clientela que sigue creciendo.
Al ampliar sus horarios de atención, se convirtieron en un punto de encuentro nocturno para aquellos que buscaban una experiencia gastronómica auténtica y satisfactoria. Mientras que la competencia (Bembos) cerraba sus puertas a las 8 de la noche, ellos seguían sirviendo sus productos hasta las 11 de la noche, atrayendo a una clientela fiel. Siguieron ampliando su horario hasta las 2 de la mañana. Pero un dato curioso que comenta Segundo es que entre las 12 y las 2 de la mañana vendían el triple de lo que habían vendido en el día. Hasta ahora se mantiene este suceso de que sus ventas se cuadrupliquen en la madrugada.
«Los clientes se iban pasando la voz, venían de Barranco y Chorrillos hasta aquí (Surco) para poder comer los sanguches, ellos también me animaron a abrir otros locales»
Segundo Paz
En este local duraron cuatro años, pero por discrepancias con el minimarket, tuvieron que dejarlo. El hito que lograron en este local fue vender 1,000 panes en un solo día y en una sola tienda.
El campesino
Al principio, la tienda se llamaba «El Point», pero cambiaron el nombre por una anécdota divertida con un cliente leal. Segundo cuenta que tenían un cliente que venía todos los días a disfrutar de su sándwich para levantarle el ánimo, hasta que un día pidió uno con todos los ingredientes que tenían: jamón, lomito, milanesa, papas, entre otros, y lo llamó «campesino». Después de eso, se volvió habitual que pidiera ese sándwich. Un fin de semana, cuando había alrededor de 50 clientes esperando en fila, vieron el sándwich que este señor siempre pedía y todos quisieron probarlo. Como no sabían cómo llamarlo, decidieron nombrarlo como sugirió el cliente: «campesino».
Primero comenzaron vendiendo 10 productos en su primer local, ahora ofrece más de 600 productos en sus diferentes locales. Dentro de las categorías que ofrece se encuentran los sanguchones, enchiladas, tacos y salchipapas.
El fundador de la empresa cuenta que al principio esta torta nació en un pan baguette, pero el sanguche se deformaba. Entonces, la solución era crear una torta circular donde entraría todos los ingredientes que ellos quisiera sin que se desarme, «si hay una torta dulce, ¿por qué no existe una torta salada?», dice Segundo en una entrevista a Emprende Broders.
Cabe resaltar que la Torta Campesina es el plato bandera de ‘Sanguchón Campesino’. Este delicioso pan lleva 5 hamburguesas, 5 chorizos, 20 rodajas de jamón, 20 rodajas de lomito, 20 rodajas de queso, papitas al hilo o fritas, ensalada y las salsas.
Locales de Sanguchón Campesino
El negocio ha tenido un crecimiento a gran escala y actualmente cuenta con más de 30 locales. Estos están ubicados en los distritos de Surco, Magdalena del Mar, Miraflores, La Molina, San Borja, Lince, Los Olivos, San Martín de Porres, entre otros.
Surco
- Avenida Mercaderes 334
- Avenida Mercaderes 336, B
- Avenida Encala 529
- Avenida Alfredo Benavides 3710
- Jirón Diana 827, Mz D Lt 1
- Chacarilla: Avenida Primavera 120, A17
- Jirón Miguel Grau 130 Urb. Cercado
- Avenida Próceres 321
- Avenida Circunvalación 437
La Molina
- Avenida Javier Prado Este 7095
- Avenida El Corregidor 1680
- Avenida Los Fresnos 1721
- Avenida Constructores 435
Magdalena del Mar
- Calle Luis Manarelli 191
- Jirón Bolognesi 136
San Borja
- Avenida Aviación 2931
Redes Sociales
Instagram: @sanguchoncampesinoperu