Rubén Tuesta, natural de Chiclayo, jamás imaginó que al mudarse a Argentina se convertiría en una estrella mundial de Internet. Ni que su fama lo llevaría a viajar por el mundo, enfrentando tanto elogios como críticas. Hoy, Rubén es el peruano más seguido en YouTube y ganador de una importante estatuilla en los TikTok Awards 2023.
Historia
Rubén Alexis Tuesta Saldaña nació el 14 de noviembre de 1997 en el pueblo joven 9 de Octubre en Lambayeque, Chiclayo. Creció en una casa modesta junto a sus padres y hermana, rodeado de toda su familia. Desde pequeño mostró interés en el entretenimiento, influenciado por su padre, quien trabajó como animador de eventos y sonidista hasta que Rubén cumplió seis años.
Mientras otros niños jugaban fútbol o videojuegos, él creaba escenarios improvisados, transformando su casa en su propio espectáculo, simulando ser cantante al ritmo de Los Caribeños o Grupo Cinco. Este amor por la actuación se consolidó cuando, en el cumpleaños de su hermana, pidió participar en el show del payaso invitado. A pesar de que su familia veía esto como un simple juego, Rubén tenía una inclinación artística poco común, especialmente en un entorno donde el arte no recibía apoyo.
Su abuela fue una figura clave en su desarrollo, siempre apoyándolo en sus presentaciones escolares, mientras que sus padres intentaban frenar sus aspiraciones. Rubén fue el único niño que pedía micrófonos y zapatos de payaso como regalos de Navidad, algo inusual para su entorno.
En la escuela, se destacó como un estudiante aplicado y responsable, un ejemplo a seguir para sus 13 primos. A los 15 años, en una clase donde el profesor no asistió, decidió jugar a las charadas con sus amigos, representando a su personaje favorito, Quico, de El Chavo del 8. Su interpretación fue tan divertida que sus compañeros le pidieron hacer un sketch para un evento escolar, donde su abuela le confeccionó el primer traje de Quico. Fue un éxito rotundo, alimentando su ven artística y llevándolo a practicar la imitación de voces. Sin embargo, sus padres el recalcaban que debía estudiar, ya que no podría vivir del arte.
Al terminar el colegio, Rubén decidió estudiar Comunicación Social, lo más cercano a los medios, pero no logró ingresar a la Universidad Nacional Pedro Ruiz Gallo por un punto, desmotivándolo. Se inscribió en la Universidad de Chiclayo(UDCH), donde estudió durante medio año. Su capacidad para imitar a personalidades televisivas lo llevó a tener una aparición en el programa «Fútbol en América». Esta experiencia lo hizo darse cuenta de que su talento para la imitación tenía potencial, en especial la de Quico.
Los padres de Rubén viajaban constantemente al extranjero, en especial su madre, una ama de casa que siempre buscaba oportunidades. En uno de esos viajes llevó de vacaciones a sus dos hijos a Argentina, quedando fascinados con el país. En febrero de 2017 al cumplir 18 años, Rubén le pidió a su tía, quien tenía 20 años viviendo en dicho país, un pasaje para mudarse a Buenos Aires, ya que se dio cuenta que ese era el destino de su arte. Esto lo hizo sin informar a sus padres, quienes creían que solo se iría de vacaciones por dos meses. Sin embargo, al llegar a Argentina decidió quedarse, lo que generó enojo en su madre.
“Vine a Argentina para estudiar Comunicación Social en la UBA, aunque en realidad mis padres no sabían mis verdaderas intenciones al principio. A los 18 años, mi tía me preguntó qué quería como regalo de cumpleaños, y le pedí que me ayudara a pagar un pasaje para Argentina. Llegué con la excusa de unas vacaciones, pero después de un mes, llamé a mi papá y le dije: “No voy a volver”. Mi papá, sorprendido, me preguntó: “¿Cómo que no vienes más? Sabías que te ibas a estudiar y no nos dijiste nada”. Dos meses después, mi mamá me llamó y me dijo: “Hijo, decidimos con tu papá que también nos vamos a Argentina”.
Rubén ya lo había planeado todo e hizo su traspaso para culminar sus estudios en la Universidad de Buenos Aires. A pesar de que no terminó su carrera en la UBA, pudo estudiar durante dos años mientras trabajaba en el ámbito artístico, antes de que esa pasión lo llevara por otros rumbos. Participó como extra en series, obras de teatro independientes y llegó a ser parte de Disney como actor secundario. Su trayectoria artística comenzó a consolidarse cuando empezó a disfrazarse de Quico para invitar a la gente a sus obras.
Días después, una productora de televisión argentina lo invitó a presentarse en vivo en un programa de talentos. Aquí realizó la imitación de Quico, causando una gran aceptación en el público. Además, aprovechó los camarines de la tele para iniciarse en el mundo del TikTok, subiendo su primer video que tuvo muchas vistas pero que no le daban el reconocimiento que el buscaba. Así empezó a formar una comunidad pequeña de seguidores.
«Cuando tuve que invitar a la gente para que venga a mi unipersonal, se me ocurrió invitarlos pero imitando a Quico. Subí un video a TikTok y gracias a eso llegó mucha gente, quién me pedía que lo imitara, obviando mi acto. Ese video llegó a manos de la tele, quienes me invitaron a un programa de talentos».
Inicios
Antes de la pandemia, aparte de hacer algún video para TikTok, Rubén se dedicaba exclusivamente al teatro, participando en obras independientes que no generaban ingresos significativos, pero le permitían hacer lo que amaba. Sin embargo, la llegada del confinamiento en 2020 lo dejó sin trabajo. Aprovechó ese tiempo para estudiar locución de manera virtual y buscar alguna manera de ganar algo de dinero. De este mod descubrió la plataforma Kawai, similar a TikTok, donde comenzó su gran travesía.
“Kawai quería competir con TikTok y por eso ofrecía a los creadores de contenido una remuneración por sus videos. Yo aproveché la oportunidad y generé mis primeros ingresos de aproximadamente 300 dólares, una suma modesta, pero que marcó un antes y un después en mi vida ya que dejé locución y me dedique completamente a hacer videos”.
Cuando Kawai dejó de pagar, Rubén se enfocó en TikTok, imitando personajes de dibujos animados como Homero Simpson y Mickey Mouse, pero fue Quico el que lo llevó a la fama. Para evitar problemas legales con el personaje decidió renombrarlo y darle un mundo propio para patentarlo, naciendo así «Cachetes». Cabe señalar que incluso las hijas de Carlos Villagrán, el actor original de Quico, comentaban sus videos elogiando su imitación.
El mundo de «Cachetes»
Los amigos con los que grababa no siempre estaban disponibles y para evitar que el personaje interactuara solo con la cámara, decidió darle una familia, agregando un papá y una mamá con quienes pudiera tener diálogos y situaciones cotidianas. Su contenido resonó en la audiencia, por lo que abandonó sus estudios de locución para dedicarse de lleno a la creación de videos. Poco a poco fue consolidando su carrera artística en redes sociales.
“Estas escenas de Cachetes reflejan experiencias reales con las que muchas personas se sienten identificadas. Los personajes de los padres, que ahora son una parte fundamental de mi contenido, están inspirados en mis propios padres y han sido adaptados fuera del contexto original de «La Vecindad».
A los 21 años, Rubén vivía con su familia, pero las dificultades para grabar sus videos debido al ruido constante lo llevaron a mudarse. Esta decisión fue muy difícil para su madre, quien, tras varios meses sin contactarlo, finalmente lo abrazó, reconciliándose con su hijo.
“Cuándo empezaba a grabar despertaba a mi hermana, quién molesta subía el volumen de la radio. Además, cuando llegaba familia a la casa era imposible realizar algún video, incluso cuando nadie llegaba, el hecho de hacer sonar las tazas o que no me dejen grabar por conversar con otras persona me impedía hacer algo. Decido mudarme, mi madre se puso furiosa y no me hablo como por tres meses”.
Durante esos meses vivió en una pensión, donde compartía baño y cocina con otros inquilinos. Aunque las condiciones no eran ideales, ya que incluso le robaban la comida, él seguía creando contenido. Grababa videos en su habitación de paredes blancas, y a veces salía a la calle con su aro de luz, disfrazado de “Quico”, mientras la gente lo miraba con extrañeza.
Su primer viral
En agosto de 2016, tras ver que un canal con su nombre tenía la placa de YouTube por llegar al medio millón, abrió su canal de YouTube para evitar fraudes y capitalizar su trabajo. Esto lo hizo sin saber que más adelante sería la plataforma que más ingresos le generaría. Sin embargo, su éxito definitivo en redes sociales despegó en 2022 cuando un video parodia sobre Messi y el álbum del Mundial se volvió viral, alcanzando 65 millones de vistas en TikTok y 101 millones en YouTube.
“Me uní con unos amigos que habían emigrado de una provincia de Argentina a la ciudad en busca de crecimiento profesional. Uno de ellos trabajaba en teatro y otro aspiraba a ser cantante. Juntos decidimos crear contenido y, en una ocasión, improvisamos una canción adaptada de un tema de Bizzarrap y Quevedo, hablando sobre la figurita difícil de encontrar de Messi en el álbum del Mundial. Subimos la versión completa en YouTube y fue un boom total”.
Dicha parodia lo consolidó en redes sociales, y su siguiente parodia sobre otro tema de Bizarrap también fue un éxito rotundo, afianzando su crecimiento en el mundo digital. Es a a partir de aquí que su nombre comenzó a escalar, a tal punto de hacer colaboraciones con influencers de Argentina. Además, logró visitar la Vecindad del Chavo en México, siendo elogiado por el hijo de Chespirito. Quien lejos de presentar una demanda, lo invitó a que trabajara con él.
Mañana lo sube Rubén Tuesta
El éxito también trajo críticas. Rubén fue acusado de copiar ideas de otros creadores de contenido, lo que afectó profundamente su ánimo. Aquí surgió la frase de “Mañana lo sube Rubén Tuesta”, asegurando que sus ideas eran poco originales. Sin embargo, varios de sus seguidores lo defendieron, argumentando que muchas personas suelen inspirarse o copiar ideas, bailes o chistes de otros creadores de contenido.
Esa fue la polémica más difícil para Rubén, afectándolo profundamente. En un momento, consideró dejar de hacer videos, pero finalmente decidió enfrentar la situación con humor y seguir adelante. Esta polémica, lejos de detenerlo, aumentó su notoriedad, llevándolo a ganar los TikTok Awards en 2023.
Dicho premio le sirvió para expandir su fama en México, un mercado enorme de influencers. Así mismo hizo colaboraciones con reconocidos influencers de otros países y se asoció con una agencia de creadores de contenido. Es así que la fama que los números que alcanzó permitieron que Rubén cumpliera uno de sus sueños: “Tener su propia casa”.
«Un creador me acusó de copiar su idea y comenzó a atacarme en redes, lo que motivó a otros a hacer lo mismo. Aunque normalmente no respondo a ese tipo de conflictos, mi manager me sugirió que lo hiciera. Finalmente, pedí disculpas a quienes se sintieron ofendidos, recordando que el objetivo es disfrutar del contenido, sin obsesionarse con quién tuvo la idea primero. Yo también he visto a otros usar mis ideas, pero nunca me quejé porque es parte de crear contenido.»
Rubén no solo se dedicó a hacer videos y es que expandió su carrera artística realizando lo que más anhelaba: Su propia obra de teatro. Llamada «Misión: Cachetes», es una composición unipersonal de cuatro personajes creados por él y apto para toda la familia. Esta producción lo llevó a presentarse no solo en Argentina, sino también en Perú, llegando en agosto de 2023. Las funciones se llevaron a cabo el 26 y 27 de dicho mes en el Teatro Canout, llenándolo por completo.
Actualmente, a sus 27 años, Rubén desarrolla su miniserie de Cachetes, la cuál tiene más de un millón de vistas por cada capítulo, e inició su fase como cantante, presentándose en varios lugares de Argentina. Asimismo, posee más 4 millones de seguidores en Instagram, 37 millones en TikTok, 3 millones en Facebook y 24 millones en YouTube. Además, logró hacer diversos proyectos con grandes productoras de Argentina, siendo invitado a muchos programas de televisión gracias a «Cachetes» y al mundo que creó.