Relajarse es una forma de vivir. La clave para tener un buen día es estar fresco y descansado. Pero entre el calor, el estrés y las preocupaciones diarias, no es tan sencillo. Por eso, anímate a relajarte y probar algunas técnicas que te ayudarán a mantenerte fuera de estrés.
Estrategias de relajación para el estrés diario:
- Tómate tu tiempo para pensar sobre los factores estresantes con los que lidias a diario y comienza a actuar sobre ellos. Por ejemplo, es posible que experimentes estrés de segunda mano en las personas que te rodean; es posible que tengas que distanciarte de ellos para cuidarte.
- Puede sonar tonto, pero programa tiempo para preocuparte por las cosas que te molestan. Hacer ese tipo de compartimentación podría reducir el estrés y la ansiedad en general.
- Asegúrate de estar cuidando de los «tres pilares de la salud»: nutrición, ejercicio y sueño. Si falta uno de estos en tu vida, entonces tu cuerpo estará fuera de control y será menos capaz de lidiar con el estrés.
- Los músculos tensos y el estrés van de la mano. Por lo que te recomendamos tomar las posturas adecuadas para que tu cuerpo no sufra cuando te sientes o te pongas de pie. Si sigues estas indicaciones, tus músculos no estarán tensos y esto te ayudará a relajarte físicamente, lo que a su vez calma tu mente.
- Si eres un adicto al trabajo, deja de tratar de ser perfecto o tan productivo hasta el punto en que nunca tengas ningún tiempo de inactividad.
Estrategias de relajación para el trabajo:
- Encuentra actividades que te ayuden a recargar energías. Por ejemplo, busca un libro para leer, sal a dar un paseo o simplemente escucha música. Tomar una siesta también es una buena idea.
- Deja de almorzar en tu escritorio y sal con tus compañeros a lugares que te animen. Una buena charla con amigos siempre es buena idea para liberar la mente.
- Desconéctate del ruido digital; es decir, deja de revisar a cada rato tus redes sociales y desactiva todas las alertas menos las más importantes.
- Aprende a decir no y no te sobrecargues con trabajo. Cuando liberes tiempo recortando cosas, no llenes los espacios en blanco con otras actividades del trabajo sino con actividades que te vendrían bien a ti, por ejemplo practicar un deporte.
- Aprende a administrar tu tiempo de vacaciones para que en ese tiempo de descanso recargues energías y vuelvas a tu trabajo relajado y sin preocupaciones.