El litio comienza a perfilarse como una oportunidad estratégica para diversificar la minería en Perú. Según el economista Washington López, la puesta en marcha del yacimiento Falchani, en Puno, demandará una inversión inicial superior a US$ 685 millones, proyectando al país como un nuevo jugador dentro del mercado global de este mineral.
Falchani: un proyecto clave para Perú
El yacimiento Falchani, desarrollado por la canadiense American Lithium, cuenta con reservas medidas e indicadas que superan los 4.7 millones de toneladas de carbonato de litio equivalente (LCE).
De acuerdo con López, este depósito es “uno de los más importantes de litio en roca dura a nivel mundial” y solo en su primera fase generará más de 3,000 empleos directos e indirectos.
A diferencia de los salares en Chile y Argentina, el litio peruano se encuentra en roca volcánica. Esta condición permite, según el especialista, un menor consumo de agua, un aspecto clave en un escenario de estrés hídrico y sostenibilidad ambiental.
Contexto global y demanda
El panorama internacional es favorable. La Agencia Internacional de Energía proyecta que la demanda de litio se multiplicará por 40 hacia 2040. A su vez, BloombergNEF estima que para 2030 se requerirán más de 2.4 millones de toneladas de LCE al año.
Sin embargo, el mercado atraviesa un periodo de alta volatilidad, con precios a la baja en 2024 y la expectativa de un nuevo ciclo alcista a partir de 2025.
Pese al potencial, Perú aún no cuenta con un marco regulatorio específico para el litio. López advirtió que sin reglas claras, el país corre el riesgo de perder inversiones frente a competidores como Chile, Argentina o Australia.
Más allá de Falchani
Además del proyecto Falchani, el yacimiento Quelcaya, en el sur del país, también podría fortalecer la presencia peruana en este mercado. De avanzar ambos, Perú se posicionaría entre los diez mayores productores de litio en el mediano plazo.
“El verdadero desafío es decidir si solo seremos exportadores de materia prima o si avanzaremos hacia la industrialización y la cadena de valor de las baterías”, concluyó López.