En casi 14 años, los futuros de trigo en Chicago continuaron subiendo el martes y alcanzaron su nivel más alto ya que los operadores temían una interrupción prolongada de los suministros globales tras la invasión de Rusia a Ucrania, un exportador clave de cereales.
En ese sentido, el maíz también trepó aún más para negociarse cerca de un máximo de ocho meses, ya que el mercado lidiaba con la interrupción de los envíos a corto plazo desde Ucrania, así como con el riesgo de que un conflicto persistente pudiera obstaculizar la siembra de primavera.
En la Bolsa de Cereales de Chicago, el contrato de trigo más activo ganaba un 4,9% a US$9,79 el bushel a las 10:29 GMT. Previamente alcanzó US$9,81, un nivel que no se veía desde abril de 2008 y que superó un máximo de casi 14 años visto el viernes.
El trigo a mayo sumaba un 6,7% a 336,75 euros (US$376,28) la tonelada. El contrato de marzo menos activo, que vence la próxima semana, estableció un récord histórico para Euronext en 347,50 euros.
Los países Rusia y Ucrania representan alrededor del 30% de las exportaciones mundiales de trigo, y la invasión de Moscú lanzada el jueves pasado ha provocado el cierre de los puertos de Ucrania y sanciones financieras occidentales sin precedentes contra Rusia.
El pasado lunes, el jefe de la Administración Marítima de Ucrania, comentó los puertos ucranianos permanecerán cerrados hasta que finalice la invasión de Rusia.
La Junta de Comercio de Chibago (CBOT), en el contrato de maíz añadía un 3% a US$7-11 el bushel, cerca del máximo de ocho meses del jueves pasado. Los inversores también están preocupados por las consecuencias para la próxima cosecha.
La consultora Strategie Grains, comentó que se espera que los combates en Ucrania detengan el procesamiento y la exportación de cultivos de semillas oleaginosas de Ucrania durante al menos un mes, reduciendo el suministro de productos de girasol.