Según el estudio de CIAL, denominado «Data por Industria Perú 2023», el sector de la construcción en Perú experimentó un crecimiento significativo, con un aumento de S/5,000 millones en ventas. Sin embargo, este crecimiento vino acompañado de un incremento cercano al 100% en la dependencia financiera.
Es importante resaltar que el sector construcción en Perú es clave, no solo por su capacidad de generar empleo, incluyendo mano de obra no calificada, sino también por su impacto en la economía general. Si el sector de la construcción se desacelera, la Población Económicamente Activa (PEA) podría verse afectada.
En una entrevista reciente con InfoMercado, Sebastian Hasenauer, Country Manager para la Región Andina de Cial Dun & Bradstreet, destacó la importancia del compliance (cumplimiento normativo) para las empresas constructoras. Hasenauer señaló que la implementación de prácticas de compliance puede ofrecer numerosas ventajas para participar en grandes proyectos como el puerto de Chancay.
¿Qué es el compliance?
En septiembre del año pasado, se amplió la normativa de SPLAFT, incluyendo al sector de la construcción como sujeto obligado a reportar a la Unidad de Inteligencia Financiera (UIF). Esto obliga a las empresas constructoras a seguir procesos adicionales de normativa, regulación y cumplimiento.
Hasenauer explicó que el compliance implica que las empresas deben establecer procesos de gobierno corporativo adecuados, como canales de denuncias y procesos de debida diligencia, para evitar sanciones y asegurar que están trabajando con personas éticas.
Oportunidades de financiamiento y asistencia técnica
Sebastian Hasenauer señaló que existen empresas especializadas en consultoría de riesgos que pueden ayudar a las constructoras a implementar prácticas de compliance.
Estas consultoras ayudan a construir matrices de riesgo y a realizar las diligencias necesarias, por lo que las empresas constructoras pueden consultar a sus gremios para aprender de las buenas prácticas de las empresas más grandes, que ya están adoptando estas medidas debido a exigencias del mercado y de reguladores internacionales.
Desafíos para las empresas constructoras peruanas
Las empresas constructoras en Perú enfrentan varios desafíos en la implementación de prácticas de compliance. Entre ellos, el conocimiento normativo y los procesos internos limitados.
Asimismo, la actividad de compliance dentro de las empresas es precaria, con falta de canales de denuncias anónimos y protección insuficiente para los denunciantes. Además, muchas empresas no utilizan tecnología avanzada, lo que hace que los procesos de debida diligencia sean manuales y lentos.
Un problema significativo es la identificación de los beneficiarios finales, ya que muchas empresas no están autorizadas a brindar esta información, especialmente si son subsidiarias de compañías extranjeras.
Problemas en la infraestructura y recomendaciones
La Ley de Contrataciones en Perú presenta desafíos adicionales, ya que las debidas diligencias solo se realizan al ganador de una licitación, lo que puede resultar en adjudicaciones problemáticas. Esto desencadenó problemas de corrupción y adjudicaciones fallidas, especialmente en provincias y gobiernos regionales.
Para abordar estos desafíos, Hasenauer recomienda que las empresas constructoras realicen un diagnóstico de sus carencias actuales y consulten con empresas especializadas en compliance. Es crucial que las empresas formales establezcan una matriz de riesgo, adaptada a su tamaño y complejidad, para asegurar su sostenibilidad a largo plazo.