La empresa peruana de transportes Expresso Internacional Ormeño, fue una de las más reconocidas en el país, no solo por la calidad de su flota de buses, sino por sus largos recorridos, por lo cual llegó a ganar un Récord Guinness.
Cabe destacar que la empresa de transportes no solo tenía rutas nacionales sino también que llegaban a otros países como, Ecuador, Chile, Colombia, Bolivia, entre otros.
Muchos recuerdan a la empresa y hasta ahora se preguntan por qué razón quebró la empresa luego de ser muy exitosa, en esta nota te lo contamos.
¿Quién fue el fundador de Ormeño?
Joaquín Ormeño Cabrera fue el fundador de la empresa de transportes, quien comenzó su trayectoria en el rubro del transporte interprovincial.
Sin embargo, con los años su fama fue creciendo, alcanzando un auge en 1977 cuando adquirió los buses de dos pisos para dar paso a la ruta Lima-Buenos Aires.
Incluso, en 1995 obtuvo el récord Guinness por posee el recorrido más largo de las empresas de transporte.
La caída
En 2010, Joaquín Ormeño anunció su retiro, dejando la empresa en manos de sus hijos. Luego de 9 años, la familia anunció el fallecimiento del fundador de la empresa.
Desde ese momento una serie de factores comenzar a impactar negativamente en la empresa de transportes.
Además, lastimosamente, un año después murió Luis Joaquín Ormeño, hijo del creador de la empresa; y en 2021, fallece el otro hijo, Julio César Ormeño.
¿Por qué quebró la empresa?
Son muchos los factores que influyeron en la quiebra de Ormeño. En primer lugar, al regresar a los 90 se da la conocido como liberalización de las rutas. ¿Qué quiere decir esto?
Un gran número de buses ingresaron al negocio, generando una competencia desleal de precios frente a las empresas formales.
Cabe destacar que Ormeño había nacido en un contexto en el que las decisiones del gobierno eran las que planteaban los precios por medio del MTC, esto ocasionó que la empresa no se formara para competir, contó a través de un Tik Tok, el extrabajador de la empresa César Ibarra.
Todo esto fue poco a poco haciendo que la empresa retrocediera, incluso se dejaron de comprar buses, los cuales eran considerados los mejores de Europa y tenían un precio de hasta medio millón de dólares.
Asimismo, no se podía continuar con el mantenimiento de la flota de buses por falta de ingresos económicos.
Durante todo este tiempo intentaron mantenerse pese a las limitaciones. Sin embargo, luego de la muerte del fundador y de sus dos hijos, quienes se encargaban de las principales operaciones de Ormeño, la empresa entró en su etapa más crítica.
Finalmente, la pandemia terminó de llevar a la quiebra a esta gran empresa, que pese a sus esfuerzos por sobrevivir, no logró adaptarse a los cambios y las nuevas necesidades de los consumidores.