La minería ilegal en Perú está alcanzando niveles críticos, como lo demuestra la situación en Pataz, donde opera la segunda mayor productora de oro del país, Poderosa; la cual, hasta la fecha, invirtió millones de dólares en medidas de seguridad adicionales para proteger sus operaciones.
Poderosa aumenta su inversión en seguridad
Para proteger sus operaciones, Poderosa tuvo que incrementar drásticamente su inversión en seguridad, un gasto que solo es viable mientras los precios internacionales del oro se mantengan altos.
Debido a la finalización del Registro Integral de Formalización Minera (Reinfo), la empresa urge al Ministerio de Energía y Minas (Minem) a acelerar la aprobación de la Ley de Pequeña Minería y Minería Artesanal (Mape).
Asimismo, representantes de Poderosa enfatizaron que es fundamental que otras entidades como la OEFA y Osinergmin se involucren en la fiscalización de la pequeña minería. De lo contrario, la operación de empresas formales como Poderosa se verá seriamente comprometida.
Ataques a su seguridad
Desde diciembre pasado, Poderosa sufrió numerosos ataques que cobraron la vida de 17 trabajadores, además de la destrucción de infraestructura y la invasión de sus galerías, por lo que invirtió diez veces más en su seguridad.
Asimismo, la empresa registró más de 600 incidentes con grupos vinculados a la minería ilegal, lo que obligó a incrementar su personal de seguridad de manera exponencial.
El gerente de Asuntos Corporativos de Minera Poderosa, Pablo de la Flor, advirtió que estos gastos adicionales son insostenibles a largo plazo si los precios del oro disminuyen.
Según datos de Poderosa, una gran proporción de los Reinfo se encuentran superpuestos en concesiones de pequeños mineros formales, lo que genera conflictos y dificulta la fiscalización.
Debido a esta situación, la empresa instó al gobierno a agilizar la aprobación de la ley Mape para garantizar una gestión más efectiva de la pequeña minería y minería artesanal.