La llegada del calor trae consigo la aparición de mosquitos en Piura, entre ellos el transmisor del peligroso dengue.
Es por eso que muchas personas buscan alternativas para combatir esta plagas de manera efectiva y, si es posible, divertida.
Es aquí donde entra en escena Bug-a-Salt, una herramienta innovadora y divertida que permite matar mosquitos de manera sencilla y limpia, sin tener que recurrir a raquetas electrificadas que necesitan cargarse constantemente y no siempre son muy efectivas.
Bug-a-Salt es una especie de escopeta de plástico que arroja una carga de sal que mata inmediatamente a cualquier mosca o mosquito que esté posado sobre la mesa, pared o ventanas del hogar.
¿Cómo funciona Bug-a-Salt?
La munición que usa este producto es sal casera. Basta echarle un poco de sal en un contenedor, apuntar y disparar. Bum, murió el zancudo. Ya no te molestará durante la siesta.
El Bug-a-Salt es quizás uno de los dispositivos de control de plagas más divertidos del planeta. Una cucharada de sal, un bug-a-salt y un sinfín de moscas y mosquitos, te proporcionarán horas de diversión.
La sensación de euforia al dispararlo es como usar un arma de juguete. De todas formas, los creadores de esta peculiar herramienta recomiendan mantenerla alejada de los niños y no apuntarlo a las mascotas como perros o gatos.
Distancia de disparo
@fergurquiza El nuevo miembro del arsenal anti-mosquitos 😎
♬ Terminator 2: Judgment Day Theme – Everrune
El Bug-a-Salt funciona excelentemente y es preciso y efectivo hasta un metro de distancia. A mayor distancia de un metro se convierte en un verdadero desafío para el cazador y cualquier distancia fuera de metro y medio más allá de eso es casi siempre ineficaz.
Lamentablemente el producto solo se vende vía Amazon o Aliexpress, por lo que demorará un poco en traerla. La mejor alternativa es usar servicios como Qempo o Guvery, o algún familiar que venga de EEUU para que llegue a tiempo en Navidad. De lo contrario, habrá que esperar un poco
Su valor es de US$50. Un poco caro, pero la satisfacción de volverse el Rambo de los zancudos no tiene precio.