Pieers es una de las marcas peruanas del sector moda más reconocidas a nivel nacional e internacional. Esto, gracias al éxito que ha alcanzado en sus más de 30 de historia.
Su fundador, Wuiliam Monterola, pese a nacer en el seno de una familia muy pobre, nunca se rindió y buscó muchas alternativas que le permitieran salir adelante hasta alcanzar cada una de sus metas.
Impulsado por sus ganas de estudiar y tener un negocio, Wuiliam fue desde vendedor de chupetes, cobrador de combi, lustrador de zapatos, entre otros trabajos, así lo contó el empresario en una entrevista para el diario El Trome.
En esta nota te contamos cuáles fueron los hitos más importantes de la historia de Pieers y cuál fue el secreto de su éxito.
¿Quién es Wuiliam Monterola?
Wuiliam nació en una familia de muy bajos recursos, con quienes vivía en la pequeña ciudad de Castrovirreyna, ubicada en Huancavelica. Sin embargo, en busca de nuevas oportunidades dejó su hogar con solo 5 años.
«Cuando salí de mi distrito, este era uno de los lugares más pobres de Huancavelica, muchas veces lo comparé con Macondo, de la obra de Gabriel García Márquez, «Cien años de soledad». Era un pueblo como si hubiera pasado una guerra y terminó en el olvido«, recordó Monterola.
El fundador de Pieers se mudó a Chincha, donde vivía con unos tíos. En este lugar, realizó diversas actividades, desde lustrar zapatos, cobrar en microbuses, entre otras. Pero no era suficiente para él.
Hacía los años 80, comenzó a viajar los fines de semana a Lima para ayudar a su papá en la venta de ropa al por mayor a los ambulantes del mercado de Surquillo. Su padre le daba una parte de la ropa para que el joven la vendiera y se quedara con las ganancias.
Con lo que iba ahorrando comenzó a comprarse algunas cosas, desde ropa, zapatos, hasta una bicicleta. Ademaś, comenzó a estudiar, pero al poco tiempo tuvo que dejar la carrera y seguir trabajando porque la situación económica en el Perú se complicó.
Creación de Pieers
Wuiliam y su padre decidieron abandonar la casa de sus parientes para buscar nuevas oportunidades. Juntos, se mudaron a un pequeño cuarto y continuaron con la venta de ropa, pero ahora lo hacían a las fábricas, pues evidenciaron que era un negocio con mayor porcentaje de ganancia.
El joven emprendedor tenía una visión más amplia, así que decidió arriesgarse y comenzar a confeccionar y comercializar pantalones con pliegues de polyester.
Al principio invirtió S/3,000 en un pequeño taller de 180 m2 y construido con esteras. En este lugar tenían capacidad para fabricar 210 pantalones al mes.
«Yo trabajaba 20 horas diarias, tenía un solo pantalón y una camisa, para ahorrar e invertir en el negocio», resaltó el empresario. De esta forma nace Pieers en 1990, pero no es hasta 1993 que se patenta la marca.
Crecimiento y limitaciones
Al poco tiempo de instalarse en el primer taller, se mudaron a una planta de 240 m2 ubicada en San Hilarión y gacias a un crédito bancario lograron comenzar a operar con sus propias máquinas de confección. De esta forma, pasaron de confeccionar solo 210 pantalones a fabricar 10 mil prendas al mes.
Sin embargo, se desató la hiperinflación de los años 90, ocasionando que el capital de Pieers se reduzca considerablemente, lo que les permitía solo elaborar 840 prendas al mes.
«Fue una pérdida muy grande, tuvimos que empezar de cero. Luego de superar esta situación, ingresamos con las ventas en provincias», señaló Monterola. En 1993 iniciaron su expansión a algunas provincias y abrieron sus primeras tiendas en el Jr. Junín, en el Centro de Lima y algunas al interior de Gamarra.
Pero, una nueva limitación se le presentaría. Wuiliam conocía el negocio, pero no había estudiado ninguna carrera profesional lo que comenzó a dificultar algunas tareas de su empresa. Por ello, comenzó a llevar cursos de administración y marketing.
Una nueva estrategia
En 1995, durante un viaje a Chile, Wuiliam identificó una nueva estrategia que estaba funcionando en este país: las tiendas con puerta a la calle. Para ese momento, en Gamarra no existían tiendas de ropa con puerta a la calle, sino que estaban destinadas a otros sectores.
Cabe destacar que el alquiler de un local al interior de la galería bordeaba los US$200, mientras que el de una tienda al exterior superaba los US$1,500. Pese al alto costo, el fundador de Pieers decidió alquilar un local con puerta a la calle.
Además, ese mismo año habilitó una nueva planta de 3 pisos en un terreno de 950 m2. Asimismo, en 1996 lanzó su nueva línea femenina y nuevos productos para varones.
Pieers en la actualidad
El éxito de Pieers le permitió posicionarse como uno de los líderes en el mercado, incluso superando a marcas internacionales.
Actualmente, la empresa peruana cuenta con una planta moderna de más de 20 mil m2 en San Juan de Lurigancho. Esto, les da la capacidad de confeccionar entre 120 mil y 150 mil prendas al mes, lo que les ha permitido facturar 47 millones de soles al año.
Asimismo, posee una gran variedad de marcas propias entre las que destacan Reporter, New Wave, Cooper, Wama y más. Finalmente, Pieers cuenta con más de 40 tiendas a nivel nacional y ha logrado exportar sus productos a Bolivia y Ecuador.