Según el Grupo EULEN Perú, el mercado de la seguridad ha tenido una transformación que no se ha detenido.
Actualmente, las empresas formales dedicadas al rubro de la seguridad, en Perú, mueven más de 400 millones de dólares al año.
Se proyecta que estos servicios experimentarán un mayor crecimiento, debido a a los nuevos estándares de bioseguridad en las zonas de trabajo
A pesar de las interrupciones causadas por el Covid-19, el futuro del servicio de seguridad privada parece brillante en los próximos años.
El motivo es que el rubro se enfrenta a una rápida expansión de nuevas ideas, tecnologías y modelos económicos.
¿Qué buscan las empresas?
Las empresas buscan contratar servicios integrados para reducir el impacto económico y la preocupación de tener a varias compañías dentro de sus operaciones.
Para Alfredo Salgado, gerente general del Grupo EULEN Perú, una empresa que hace autogestión de seguridad puede generarles diversos beneficios a sus clientes.
Entre estos beneficios tenemos ahorrarles costos, incrementar su productividad, minimizar los riesgos, permitirle a la organización enfocarse en su core business y más.
Nichos de mercado
Existen nichos de mercado en los que se visualiza mayores oportunidades para el negocio de seguridad. Esto sobre todo en el sector industrial.
Esto se debe a que hoy más que nunca la protección y el bienestar de los empleados es importante.
Oferta
Los servicios que se ofrecen normalmente dentro de la industria son:
- Vigilancia privada
- Resguardo o escolta de personal
- Centro de control de seguridad integral
- Sistemas de seguridad electrónica
- Videovigilancia remota
- Consultoría.
Si bien depende de los sectores donde se brinda, los servicios más solicitado son: vigilantes, escoltas de personal, sistemas de seguridad electrónica e informes técnicos sobre seguridad e inteligencia.
Por su lado, la informalidad de las empresas de seguridad en Perú es un hecho preocupante, ya que más de la mitad del sector empresarial está compuesto por compañías informales.
Desafíos
Las empresas dedicadas formalmente al rubro, en Perú, mueven más de 400 millones de dólares al año y participan más de mil compañías de seguridad registradas.
Sin embargo, todavía existen limitantes como los factores sociales; es decir, la tasa de delincuencia, amenazas de seguridad y percepciones; la falta de nuevas tecnologías y la poca ampliación del ámbito privado.