Entre enero y abril de 2025, el Estado peruano recibió 388.3 millones de dólares por la producción de hidrocarburos, principalmente gas natural y petróleo. Así lo informó Perúpetro, la empresa estatal encargada de gestionar los recursos energéticos del país.
Esta cifra representa un ligero aumento frente a lo recaudado en el mismo periodo del año anterior, lo que evidencia una continuidad en el aporte de este sector a la economía nacional.
El gas natural lidera los ingresos por hidrocarburos
Según el reporte, del total obtenido, 195.31 millones de dólares correspondieron a la producción de gas natural, mientras que 117.74 millones provinieron de los líquidos del gas natural.
Por otro lado, la producción de petróleo generó ingresos por 75.28 millones de dólares. Estos datos muestran que el gas natural sigue siendo el recurso más rentable en la industria de hidrocarburos del Perú, seguido por los líquidos del gas y el petróleo.
Regalías: El mecanismo que convierte los recursos en ingresos
Estos ingresos se generan a través del pago de regalías. Las regalías son un pago obligatorio que las empresas deben hacer al Estado por el derecho a explotar recursos naturales como el gas y el petróleo.
Esta obligación está establecida por ley y su monto depende del valor de la producción, así como del porcentaje acordado en cada contrato. Es decir, mientras mayor sea la cantidad producida o el precio del recurso en el mercado, mayor será el ingreso que recibe el Estado por este concepto.
Un sector que sostiene la economía nacional
Perúpetro también recordó que durante todo el año 2024, el país recaudó 1,197 millones de dólares por la producción de hidrocarburos.
Además, desde 1993 hasta la fecha, los ingresos acumulados por este concepto suman 24,534 millones de dólares.
Esta trayectoria confirma que la industria de hidrocarburos continúa siendo una fuente clave de recursos para el financiamiento del Estado peruano, permitiendo inversiones en infraestructura, servicios públicos y desarrollo regional.
Con estos resultados, el Perú reafirma la importancia de una gestión eficiente de sus recursos naturales, especialmente en un contexto donde la energía y sus derivados siguen teniendo un papel central en la economía global y en la recaudación nacional.