La inflación en alimentos y bebidas no alcohólicas en Perú alcanzó un récord histórico al registrar solo un 0,06% en 2024, siendo su nivel más bajo desde 2001. Este hito posiciona al país como uno de los pocos en América Latina que logró cumplir la meta inflacionaria establecida por su banco central, cerrando el año con una tasa general de 1,97%.
De acuerdo con la Cámara de Comercio de Lima (CCL), esta histórica reducción se atribuye principalmente a la estabilización de los costos de producción y a un aumento en la oferta agropecuaria.
Productos como el aceite vegetal envasado (-14,4%), el choclo (-42%), el olluco (-35,9%), la papa amarilla (-30,4%) y el ají amarillo (-31,6%) destacaron entre los que más redujeron sus precios.
También registraron disminuciones importantes la zanahoria (-22,7%), el poro (-21%), la papa huayro (-19,9%), la coliflor (-13%) y los huevos de gallina (-17,7%).
Contrastes dentro de la canasta de alimentos y bebidas
Algunos productos experimentaron incrementos notables. Entre ellos, el culantro subió un 56,3%, el ajo molido un 44,5%, y la cocoa en polvo un 39,6%. Las bebidas no alcohólicas también mostraron alzas, como el agua mineral sin gas (5,6%) y las gaseosas (4,9%).
En pescados, el perico lideró con un incremento del 51,4%, seguido por el jurel (20,6%) y la caballa (16,3%).
A pesar de estas subidas, el balance general resulta favorable para los consumidores, ya que Perú se posiciona como una de las pocas economías que logró cumplir con el rango meta de inflación establecido por su banco central.
La inflación general cerró en un controlado 1,97%, reflejando una gestión efectiva frente a las presiones del mercado internacional.
Este precedente no solo alivia los bolsillos de los peruanos; también demuestra la capacidad del país para manejar las dinámicas económicas globales y locales. Además, crea expectativas de que la estabilidad de precios continúe beneficiando a los consumidores en el corto y mediano plazo.
