A lo largo de las últimas dos décadas, el crecimiento económico trajo consigo una significativa expansión de la clase media en el Perú. No obstante, con la llegada de la pandemia, el tamaño de este segmento social experimentó un retroceso a sus niveles más bajos de los últimos 13 años.
Si bien el panorama ha mejorado por el mayor dinamismo de la economía durante el 2021, la pandemia habría provocado efectos secundarios en la clase media reflejado en la reconfiguración de sus patrones de consumo.
Caída generalizada
De acuerdo con estimaciones del Banco Mundial para al región, 4.7 millones de personas habrían dejado de pertenecer a la clase media en el 2020. Sin prejuicio de ello, esta cifra pudo haber sido incluso hasta cinco veces mayor si no se hubiera implementado medidas de mitigación para atender a los segmentos más vulnerables.
Según las estimaciones desagregadas por países, el Perú habría sido el país con la mayor reducción de la clase media en comparación con el resto de la región en el 2020.
Específicamente, la clase media pasó de ser el 36.7% de la población en el 2019, a ser el 27.6% en el 2020, es decir, se registró una disminución de 9.1%.
El decremento de la clase media del Perú, resultaría ampliamente superior a la registrada por el promedio de América Latina. Esto debido principalmente a los altos niveles de informalidad y autoempleo, la poca cobertura de las redes de protección social y la baja capacidad de ahorro en las familias peruanas.
Recuperación en marcha
Según el BCRP, la evolución trimestral de la clase media durante la pandemia brinda mejores luces que el resultado anual, esto se debe a que los efectos de la emergencia sanitaria sobre las condiciones de vida estuvieron concentrados en el segundo trimestre del año, como resultado de las estrictas medidas de inmovilización que paralizaron la actividad productiva en ese periodo.
De acuerdo con las estimaciones del BCRP, donde utilizó los umbrales de ingreso definidos por el Banco Mundial y la Encuesta Nacional de Hogares (ENAHO), la clase media habría descendido de 38.2% en el segundo trimestre del 2019 a 15.7% en el mismo periodo del 2020.
Posteriormente, a medida que se fueron flexibilizando las restricciones de movilidad, la clase media recuperó terreno, de manera que para el cuarto trimestre del 2020 abarcó el 30.3% de la población. Esta tendencia se habría mantenido a lo largo del 2021, apoyada por la recuperación de la actividad económica, y con ello el empleo y los salarios.
Cambios en el comportamiento
Según Rolando Arellano, de la consultora Arellano, los hogares han reorientado sus prioridades de gasto hacia los productos y servicios de categorías como telecomunicaciones, mejoras en el hogar y artefactos, ante un contexto de mayores actividades de manera remota.
En línea con lo anterior, según la consultora, se anticipa que los hogares continuarán con niveles de gasto menor en las categorías de entretenimiento, moda y restaurantes, en un entorno de menores salarios y una percepción menos optimista sobre el futuro de la economía nacional en el corto plazo.
Políticas a futuro
Fidel Jaramillo, docente de la Universidad de las Américas de Ecuador y exrepresentante del BID en el Perú, señala que los esfuerzo de políticas que se ejecuten para atender las secuelas de la pandemia sobre la clase media deben abordar tres aspectos.
En primer lugar, se requiere poner énfasis en la dinamización de los mercados laborales. Asimismo, se debería brindar incentivos a los hogares de clase media para que fomenten sus niveles de ahorro y acumulación de capital. Por último, se necesita poner en agenda la implementación de una red de protección social de mayor cobertura para enfrentar situaciones de alto riesgo.