Pedro Gamio Aita fue viceministro de Energía (agosto 2006-diciembre 2008) y, entre sus principales tareas estuvo la renegociación del contrato del Gas de Camisea.
Infomercado conversó con él para conocer su opinión sobre los retos para el próximo gobierno en el sector energía y el futuro de las inversiones de este sector en Piura.
¿Cuál es su evaluación de la inversión actual en minería?
La inversión está retraída por una serie de hechos que tienen relación con la falta de confianza de los agentes económicos. Por eso, no interesa quien sea elegido [presidente] sino que se brinde un mensaje de confianza a la inversión porque si ella no hay nada que distribuir. Debe brindarse un mensaje de respeto a las reglas básicas fundamentales para el desarrollo de las inversiones.
¿El presidente electo ha dado mensajes ambiguos sobre la inversión mientras que sus aliados técnicos intentan explicar sus afirmaciones públicas?
Primero, esperemos que el Jurado Nacional de Elecciones proclame a la persona que será presidente del Perú. Luego, esperamos un mensaje que genere un clima adecuado para que la economía crezca porque tenemos muchos recursos pero falla la gestión. Necesitamos producir para brindarle oportunidades a las personas ya que sin actividad económica los pobres serán más pobres.
Pedro Francke, allegado a Pedro Castillo, afirma que se ya se reúnen con las empresas mineras…
Esas reuniones son importantes; sin embargo, debemos reconocer que existen ciertos mecanismos que no han ayudado a los gobiernos locales y regionales a que puedan percibir los beneficios del canon. Según la normativa, los beneficios se perciben a partir del año 10 de producción y esto decepciona a la población porque percibe que no hay beneficios por explotar los recursos naturales de su zona. En ese sentido, se hace importante que la población reciba beneficios desde el primer día de producción.
A fin de año empezaría a operar la nueva refinería de Talara. ¿Cuál son las expectativas de esta nueva planta? Fue una inversión que tuvo muchos cuestionamientos…
La nueva refinería de Talara está condicionada a que exista producción de crudo pesado, sobre todo en la selva peruana. En este lugar hoy existen problemas serios con las comunidades donde se ubican los lotes de producción y se hace necesario llegar a un acuerdo sobre la consulta previa así como limpiar los pasivos ambientales de operaciones antiguas. Mientras no se logre una solución sostenible con respecto a estos temas, el funcionamiento de la nueva refinería de Talara se verá afectada, tendremos que importar crudo y eso le quitará rentabilidad al proyecto.
Bueno, pero siempre tendremos que importar crudo a pesar de la moderna refinería…
Eso es claro. El Perú llega a casi a los 4 mil millones de dólares de imputación de crudo y derivados porque no tenemos la suficiente producción para atender la demanda interna. La estrategia más importante debería ser el impulso a utilizar más y mejor las energías renovables como el gas. Tenemos importantes reservas de gas en el Cusco y Piura, y no tiene sentido exportar combustible más limpio y económico e importar combustible más caro y contaminante como el diésel. Debemos avanzar en la masificación del gas natural, es decir, pasar a la transición energética utilizando combustibles más amigables como el gas metano para los hogares. En Piura ya se está aprovechando el gas metano, pero también se debe usar en el transporte y la industria. En el mercado eléctrico es importante abrir las puerta a la energía eólica y solar. Todo este cambio no debe demorar más pues de esta manera las familias peruanas ahorrarán y se cuidará el aire.
Petroperú se ha mostrado favorable a la explotación de pozos petroleros…
Dos cosas son fundamentales para explotar reservas probados de petróleo: capital y know how. Petroperú hoy no tiene ni el capital necesario ni los cuadros técnicos que los tuvo hace unos años. Petroperú tiene que recuperar la integración vertical gozando de los beneficios de producir petróleo, debe buscar socios que le permitan recuperar el know how y el capital porque hoy su economía está condicionada al pago de la inversión hecha en la nueva refinería. Se necesita un aliado estratégico para recuperar el tiempo perdido.
¿Cómo mejorar la ejecución del canon? Más de 35 años recibiendo este dinero pero hay grandes cambios en Talara…
Son miles de millones de dólares que ha recibido la región Piura desde que se concibió el canon. Lamentablemente la corrupción y la falta de gestión no ha permitido que estos recursos se orienten a la gente. Este es un problema que marca la frustración del Perú del siglo XX y se debe corregir. Me parece absurdo que Talara no tenga agua potable las 24 horas del día con tantos años de explotación petrolera. El problema de fondo es que si no invertimos en educación y valores para que se haga un esfuerzo competitivo y transparente, corremos el riesgo de repetir lo mismo. No es un problema de dinero sino de gestión. Hay que hacer lo necesario para corregir los errores y recoger las ventajas de la tecnología para logar una mejor gestión de los recursos. Es urgente mejorar la calidad de los gobiernos en todos los niveles. Necesitamos gerencias transparentes y eficientes.
Con respecto al gas en Piura. ¿Cuándo podremos hablar de masificación real y qué acciones urgentes se necesitan para evitar conflictos sociales?
Hay que aprender de la experiencia ganada. Es fundamental masificar el gas como está pasando con las primeras 64 mil familias piuranas que van a beneficiarse con el gas. Para estas familias implica un ahorro de más de la mitad de lo que gastan en GLP. Además, con el FISE se beneficiará a zonas populares repitiendo el gran éxito del gas natural que hay en Lima e Ica pues se ha llegado a las poblaciones más humildes. En Piura debe hacerse lo mismo.
¿Ve posible la inversión minera en Río Blanco?
Piura ha aprovechado la pesca, el petróleo y los fosfatos; sin embargo, hay tareas pendientes con el gas y los recursos minerales. Me preocupa que se le diga «no» a la gran empresa mientras existe una actividad informal e ilegal en la explotación de los mismos recursos. A la gran empresa minera se le exige muchas reglas y buenas prácticas mientras que la OEF las fiscaliza mientras que al informal y al ilegal no le piden nada. Tenemos que sincerarnos como país. Si somos un país minero podemos explotar los recursos sin contaminar las fuentes de agua ni la salud, pero es un camino que exige monitoreo. En algún momento Piura se dará cuenta que podrá tener recursos extraordinarios para salud y educación a partir de una aprovechamiento eficiente y responsables de estos recursos no renovables. Hay que sincerar la gestión y tener una visión clara de las oportunidades que se ganan y se pierden.
Entonces, ¿se pueden retomar las conversaciones para Río Blanco?
Sí, pero es un trabajo de largo aliento. Hay que convocar las universidades nacionales y privadas, crear un grupo técnico que evalúe las oportunidades y los retos de la inversión y se informe la población de lo que se gane y se pierde. Es muy importante que el Perú tome conciencia de que tenemos todo para ser un país que le otorgue calidad de vida a la gente. Si seguimos con la lógica de ser pirata en nuestro propio país seguiremos viendo daño en la población.
En la minera informal, cuando se ha intentando la formalización ha habido poco interés. ¿Qué está faltando en ese proceso?
Conozco la realidad del oro en Madre de Dios. El procesamiento del oro cuando utiliza tecnología de punta, sin mercurio ni cianuro, no requiere de muchas personas. Por eso, debemos buscar otras oportunidades para generar cadenas productivas, dejando de lado una actividad que pone en riesgo la salud. La estrategia integral para enfrentar este problema no solo es represión si no la generación de oportunidades. Por ejemplo, en la región San Martín se cambió la siembra de coca para el narcotráfico por el café y el cacao. Hoy sus producción recibe premios internacionales y los hijos de los productores estudian posgrados. Si lo hizo San Martin porque no lo puede hacer Piura. Hay que hacer una gestión de planeamiento y visión articulada entre academia, estado e inversión privada.