Pese a catalogarse en su página web como «una empresa que cultiva desarrollo para transformar vida», Palmas de Shanusi, perteneciente al Grupo Romero, desde hace muchos años está en el ojo de la tormenta, por presuntamente atentar contra el medio ambiente y la salud de los pobladores aledaños a sus zonas de operaciones.
El medio periodístico El Foco, denunció a través de su informe «La otra cara del boom de la palma aceitera», que desde hace 5 años los pobladores de la comunidad nativa de Cotoyacu, ubicada en Alto Amazonas, vienen desarrollando enfermedades a la piel debido al consumo de agua contaminada.
Cabe destacar que el centro poblado se encuentra a solo 5 minutos de los cultivos de la empresa de Dionisio Romero, los cuales abarcan 22 mil hectáreas de palma africana sembrada. Asimismo, en Cotoyacu viven alrededor de 150 ciudadanos.
Las denuncias de Palmas de Shanusi
La Fiscalía Especializada en Materia Ambiental, en mayo de 2022, inició una investigación a Palmas de Shanusi por supuestamente deforestar 1700 hectáreas, lo cual es delito de contaminación ambiental.
Asimismo, la empresa habría descargado residuos y pesticipadas en las quebradas Cotoyacu y Yanayacu, principales fuentes de agua de las poblaciones aledañas a la empresa, por lo que la Procuradoría del Ministerio del Ambiente ha iniciado un proceso, informó El Foco.
Sin embargo, no es la primera investigación que se le adjudica a la empresa del Grupo Romero.
En 2018 la Fiscalía Ambiental dio paso a la primera investigación entorno a Palmas de Shanusi, pues Héctor Dongo y Ronaldo Campbell, gerentes de la empresa, fueron denunciados por delito de contaminación. Pero, este proceso se reservó provisionalmente y se reactivó en mayo de 2022.
Al respecto, Bertha Rengifo, fiscal a cargo del caso, explicó que la población denuncia que los pesticidas utilizados para la fumigación de la empresa llegan hasta la laguna Concha Muerta, de la cual utilizan el agua para consumir los mismos pobladores y sus animales.
Por ello, se tomarán las muestras correspondientes para analizarlas y emitir un informe.
Por otro lado, entre 2017 y 2019, el OEFA comenzó a investigar al grupo Palmas porque se registró en la quebrada Yanayacu la presencia de peces muertos, drenes en aguajales, presencia de abonos químicos, entre otros delitos.
Así como esta, la empresa tiene una seria de denuncias e investigaciones que hasta el momento no se resuelven.
Promesas de la empresa
Miguel Estela, un dirigente de la comunidad contó al medio El Foco, que en el 2018, la empresa Palmas de Shanusi les proporcionaba agua potable, traída en cisternas todas las semanas.
Asimismo, la empresa apoyó en la construcción de un pozo que les permita extraer agua subterránea.
Sin embargo, actualmente el camión ya no llega a la comunidad, y los pobladores no consumen el agua del pozo porque comenzó a salir salada.
Por ello, Cotoyacu no cuenta con agua potable y su única opción es reunir agua de lluvia o utilizar el agua de la cascada, lo cual les está ocasionando enfermedades en la pies, sarpullido e infecciones estomacales.
Varios pobladores han denunciado casos de este tipo de enfermedades, las cuales las tienen hace muchos años, y afecta a ancianos, niños y adultos, sin importar la edad.
Según Neguya Tapayuri, la única enfermera del centro poblado, existe una relación entre el consumo de agua y el incremento de las enfermedades.
Respuesta
El Foco, luego de preguntar a la Autoridad Local del Agua (ALA) de Tarapoto, la entidad que se encarga de fiscalizar el agua cercana a Palmas de Shanusi, informó que la empresa tiene 19 licencias de uso de agua, subterráneas y superficiales, las cuales fueron emitidas entre 2013 y 2018.
Pues, según Baluarte Hinostroza, jefe de la ALA de Tarapoto, la empresa ha cumplido con la normativa y los conflictos con la población no es un tema en el que ellos deben intervenir.
Finalmente, El Foco intentó comunicarse con Palmas de Shanusi pero no obtuvo una respuesta.