Desde mayo de 2021, el Banco Central de Reserva (BCR) ha establecido tasas máximas para los créditos de consumo y MYPE, cumpliendo con la ley N° 31143, conocida como “ley de usura”. Esta ley fue publicada en marzo de ese mismo año y busca proteger a los consumidores de tasas excesivas.
Para el período de noviembre de 2024 a abril de 2025, la tasa compensatoria máxima en soles se fijó en 112.98% anual. Esta cifra es superior a la tasa del 109,83% que se aplicó entre mayo y octubre de 2024.
Este nuevo límite duplica la tasa promedio de créditos de consumo entre abril y septiembre de 2024. La metodología utilizada para calcular esta tasa promedio respalda la necesidad de mantener un control sobre las tasas aplicadas a los consumidores.
¿Cuáles serán las consecuencias?
Establecer un límite a las tasas de interés ayuda a reducir el costo de ciertos productos, como la tasa por disposición de efectivo en tarjetas de crédito. Esto resulta beneficioso para los tarjetahabientes, quienes pueden acceder a condiciones más favorables.
Sin embargo, esta medida tiene una consecuencia negativa para las personas de bajos ingresos y los nuevos emprendedores. Estos grupos quedan prácticamente excluidos del sistema financiero y deben recurrir a prestamistas informales, como los “gota a gota”.
Recurrir a estos prestamistas implica un alto costo financiero y exponen a los prestatarios a métodos de cobranza poco éticos. Esta situación agrava aún más la vulnerabilidad económica de quienes ya enfrentan dificultades.
Organismos especializados, como el BCR y la SBS, han reconocido que esta medida afecta la inclusión financiera. Hasta la fecha, más de medio millón de personas han visto restringido su acceso al crédito debido a estas políticas.