El mundo de los negocios está lleno de retos y desafíos por el simple hecho de encontrarse en un entorno tan competitivo. Es en este sentido que una comunicación estratégica y efectiva puede marcar la diferencia entre el crecimiento y el estancamiento de la organización.
¿Qué es lo principal que deben tener en cuenta para tener una comunicación estratégica? La comunicación con los colaboradores (comunicación interna), la comunicación con los clientes (comunicación externa) y la gestión de la comunicación en casos de crisis. Todas impactan en la reputación de la marca.
Comunicación con los colaboradores
Los colaboradores son el corazón de las MiPYMES y también sus principales voceros. Por eso, para que los colaboradores brinden un servicio impecable necesitan estar comprometidos con los objetivos de la organización y vivenciar la cultura. Para ello es fundamental que se les mantenga informados y que, sobre todo, los líderes estén alineados, ya que ellos son los que movilizan a los equipos.
Comunicación con los clientes
Para posicionar la marca se necesita contar con una estrategia de comunicación coherente y efectiva, la cual debe resaltar los valores así como aquello que la diferencia de la competencia. También es fundamental que siempre se recalque el compromiso que tiene con el cliente, de tal manera que impulse a la fidelización de éstos.
Gestión de la comunicación en casos de crisis
Dado que todos los negocios están expuestos a problemáticas reputacionales y reclamos por un mal producto o servicio, una correcta gestión de la comunicación en casos de crisis hace la diferencia entre el impacto positivo o negativo que puede generar en la marca.
Sin ir muy lejos tenemos el caso de crisis reputacional de Scotiabank y su relación publicitaria con Ricardo Gareca, y el alarmante caso de Repsol vinculado al derrame de petróleo en el mar peruano.
Finalmente, es importante recordar que gestionar de manera estratégica la comunicación brinda el poder de diferenciar a una MIPYME de la competencia y así alcanzar el tan anhelado éxito empresarial. ¡No hay que subestimarla!