Según el último informe del IEDEP-CCL, Perú cuenta con una ambiciosa cartera de 1,652 proyectos, valorizados en 194,396 millones de dólares, lo que refleja cerca del 70% del PBI. Estas iniciativas tanto públicas como privadas, se ejecutarán en los siguientes años en diferentes regiones del país, enfocados específicamente en infraestructura, minería, energía y transporte.
Por su parte, el jefe del IEDEP-CCL, Óscar Chávez, señaló que esta cartera de proyectos no sólo impulsarán el crecimiento económico, sino también generarán empleo, atraerán inversiones y mejorarán la calidad de vida de la población, específicamente en zonas menos desarrolladas.
Minería y Energía: Los motores de la inversión
El sector minero destaca con 70 proyectos valorizados en 55,500 millones de dólares, principalmente en cobre, oro y zinc, concentrados en regiones como Cajamarca y Apurímac.
En el sector de hidrocarburos, 25 proyectos por un valor de 10,490 millones de dólares se encuentran en diversas etapas de desarrollo. La energía eléctrica, con 100 proyectos, también es un motor importante, con un enfoque en hidroelectricidad y energías renovables.
Infraestructura: Un eje clave para el desarrollo
La infraestructura de transporte es otro pilar fundamental de la cartera de proyectos, con 430 iniciativas que suman 61,850 millones de dólares.
Destacan las inversiones en carreteras, puentes, aeropuertos y puertos. Asimismo, el sector ferroviario y las hidrovías también están contemplados en esta ambiciosa agenda.
Sectores diversos: Ampliando el horizonte
Además de los sectores tradicionales, la cartera incluye 1,027 megaproyectos en áreas como saneamiento, salud, educación y TIC, con una inversión pendiente de 51,983 millones de dólares.
La zona costera, especialmente Lima, Ica y La Libertad, concentra una gran parte de estos proyectos.
Cartera de proyectos: Desafíos y oportunidades
Si bien esta cartera de proyectos representa una gran oportunidad para el desarrollo del país, su ejecución dependerá de la capacidad del gobierno, el sector privado y la inversión extranjera para superar desafíos como la burocracia, la corrupción y las restricciones al financiamiento.