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Más de 1,000 familias afectadas por Niño Costero 2017 recuperan hectáreas de cultivos en Piura

El proyecto ha permitido la instalación de huertos familiares con cultivos básicos, de rápida producción y con un alto valor nutritivo, como el frijol caupi (semilla certificada), alimento que forma parte de la dieta diaria regional.
Por César Flores Córdova Publicado: Últ. actualización: 30 mayo, 2020 06:17
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Los agricultores de los distritos de Curamori, Catacaos y La Matanza en Piura han sido los más afectados por la emergencia del Niño Costero, según reporte del INDECI en marzo del 2017.

El reporte indica que más de 1,000 familias afectadas en esta zona, cuya principal actividad productiva es la agricultura, han perdido sus cultivos, limitando así sus fuentes de ingreso y alimentación.

Ante esta necesidad, Soluciones Prácticas y la Organización de Naciones Unidas para la Alimentación y la Agricultura (FAO) vienen implementando el proyecto Recuperación de medios de vida y seguridad alimentaria en Piura tras el Niño costero 2017, con el objetivo de garantizar la seguridad alimentaria y capacidad productiva de 1,000 familias afectadas por las inundaciones.

El proyecto ha permitido la instalación de huertos familiares con cultivos básicos, de rápida producción y con un alto valor nutritivo, como el frijol caupi (semilla certificada), alimento que forma parte de la dieta diaria regional.

Esta propuesta busca, desde un enfoque más social y participativo, involucrar a los productores agrícolas en pequeña escala en el proceso de reconstrucción, articulando la recuperación de sus cultivos dentro de una estrategia integral de gestión de riesgos, que implica, en el corto plazo, la recuperación de tierras de cultivo y limpieza de canales de riego.

Para dejar asentada la capacidad de resiliencia y prevención de las comunidades, el proyecto implica también la elaboración de planes de gestión de riesgos para eventos climáticos extremos que afecten la agricultura, y la identificación de las zonas de riesgos a partir de georreferenciación, que permita ubicar los puntos vulnerables para tomar mejores medidas de prevención.

Uno de estos beneficiados es el agricultor y padre de familia Eulogio Inga, quien perdió todos sus cultivos durante la inundación del río Piura el 27 de marzo pasado. «Lo perdimos todo. Se lo llevó el agua. Con este frijolito podemos mantenernos y llevar a casa y cubrir la olla para nuestros hijos se alimenten y estudien», afirma.

Eulogio Inga, agricultor beneficiado por proyecto de la FAO en Piura.

Capacitaciones

Se han iniciado las capacitaciones y asistencia técnica en buenas prácticas de gestión de riesgos de desastres y problemas sanitarios en el sector agrícola, dirigida a pequeños agricultores, quienes desarrollan los cultivos dentro de sus parcelas, como “parcelas modelos”, para demostrar en cada etapa del cultivo las prácticas  más adecuadas de manejo y conocer también las dificultades que se presenten en el cultivo.

En Curamori se cuenta con 750 hectáreas cultivadas,  que están próximas a ser cosechadas.  Al finalizar el proyecto se llegarán a 1,000 hectáreas, incluyendo la zona de La Matanza y Catacaos.

Respecto a las capacitaciones recibidas, Sebastián Castillo Ramos dijo estar satisfecho: «Nosotros hemos aprendido a conocer las plagas que atacan al frejol Caupí, con ese conocimiento, ahora ya podemos combatirlo».

Alcides Vilela, Jefe de proyectos de Soluciones Prácticas explicó que se están implementando cultivos de períodos cortos como es el frijol caupí o chileno como se le conoce en Piura para la seguridad alimentaria en los distritos de Catacaos, Cura Mori y La Matanza.

Planes municipales

Para asegurar que las comunidades cuentan con medidas a largo plazo también se viene involucrando a las autoridades locales y regionales en  la elaboración del Planes Municipales de Contingencia Agraria.

“Los cultivos de panllevar que se han instalado en los huertos familiares serán básicos para el sustento y los medios de vida de estas familias, pero somos conscientes de que debemos trabajar con ellos de forma paralela en la recuperación a largo plazo”, reconoció María Elena Rojas, representante de la FAO en Perú.

“Los planes de contingencia agraria que se van a construir, contendrán los procedimientos específicos de coordinación, alerta, movilización y respuesta ante la ocurrencia de un evento como El Niño costero del año pasado”, aseguró.