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Marino Morikawa: De descontaminar el Titicaca a limpiar hábitats naturales en más de 6 países

Infomercado conversó con Marino Morikawa, el único peruano en descontaminar el humedal El Cascajo y parte del Lago Titicaca con su propia tecnología. Esta es su historia.
Por Jordy Acevedo
11 minutos
Marino Morikawa historia

Marino Morikawa es un científico peruano que nació y creció en la provincia de Huaral. Tiene ascedencia japonesa, pero es peruano como la papa, dice. Desde pequeño, su padre le inculcó su amor por la madre naturaleza y desde entonces ha vivido para tratar de recuperarla de la contaminación. A pesar de enfrentar críticas y un atentado contra su vida, su trabajo ha sido reconocido a nivel internacional, reafirmando su compromiso con la causa ambiental. Infomercado se contactó con él y esta es su historia.

Marino Morikawa nació en la provincia de Huaral, donde sus raíces japonesas quedaron profundamente arraigadas gracias a la influencia de su padre, hijo de inmigrantes nipones. Desde pequeño, Marino disfrutó de una educación que fomentó su amor por la naturaleza peruana y sus ricas tradiciones.

«Cuando visitábamos la sierra peruana y bajábamos del carro, mi papá me decía: ‘Te olvidaste de saludar a nuestra Pachamama ¿O te gustaría que tus amigos entren a tu casa y no saluden a nadie?’ En ese momento me enseñó la costumbre de arrodillarme y agradecerle a la madre naturaleza«, recuerda Marino con gratitud.

Uno de esos momentos inolvidables fue cuando su padre le dio a beber agua de un glaciar, una experiencia que aún guarda con nostalgia: “Hasta ahora no he probado un agua tan deliciosa como esa”.

Por ello, Marino sostiene que ha sido afortunado al recibir la mejor educación que un niño podría desear. “He sido criado de la mejor manera que me gustaría que se criara a cualquier niño. Aspiro a que todos los niños peruanos tengan la oportunidad de conocer nuestras tradiciones, nuestra tierra y beber de nuestras aguas, para que puedan apreciar de corazón lo que significa ser peruano”, reflexiona.

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Este peruano descontaminó un humedal él solo y ahora ha creado un grupo empresarial que colabora con seis países para cuidar hábitats naturales. Esta es la historia de Marino Morikawa. @Marino Morikawa, PhD – Oficial #storytime #emprendedores #emprendimientos #emprendimientosperuanos #peru #biologia #ecologia #naturaleza #medioambiente

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El humedal que cambió el destino de Marino Morikawa

Uno de los lugares que más marcó la infancia de Marino fue el humedal El Cascajo, en Chancay. Cada fin de semana, su familia acudía a pescar y disfrutar de la rica biodiversidad de aves que poblaban el área. Fue aquí donde su padre le reveló el origen de los colores de la bandera peruana, inspirados en la parihuana, contagiándole su pasión por la patria.

«Mi padre me dijo: ‘mira esa ave, la parihuana, de aquí nació la inspiración para los colores de nuestra bandera‘. Cuando él lo contaba me contagió esa pasión por nuestro país, por nuestros colores», recuerda.

Marino estudió Farmacia y Bioquímica en la Universidad Norbert Wiener, en Lima y años después, mientras realizaba su doctorado en Ciencias de Recursos Naturales en Japón, Marino recibió una llamada de su padre con devastadoras noticias: El Cascajo estaba contaminado. «No lo podía creer porque tenía un recuerdo hermoso de ese lugar», lamenta.

En 2010, de regreso en Perú, Marino comprobó con tristeza el deterioro del humedal. Fue entonces cuando se propuso recuperarlo, convirtiéndose en el primer peruano en utilizar la nanotecnología para la descontaminación de hábitats naturales.

Marino trabajando con uno de sus instrumentos para medir la calidad del agua.

Morikawa, de manera artesanal, reprodujo un sistema nanotecnológico (Micro-Nano Burbujeo o MNB y Biofiltros) que él mismo ideó en Japón. Este aparato impulsa nanopartículas que, en su trayecto hacia la superficie (un proceso que puede durar hasta 8 horas), capturan bacterias, metales y otros contaminantes hasta que se evaporan. Los biofiltros disminuyen la contaminación gracias a su capacidad de adsorción y absorción, formando biopelículas en el humedal.

El científico afirma que este experimento puede ser replicado con materiales que se pueden encontrar en cualquier ferretería. Con el respaldo y la paciencia de la comunidad local, logró eliminar la contaminación de la laguna en solo dos semanas, lo que resultó en el retorno de más de 70 especies nativas al lugar.

Marino Morikawa evaluando la calidad del agua del humedal El Cascajo.

Por otra parte, cuando Morikawa recuperó el humedal, generó cierta controversia debido a que se refería a este como “El Cascajo”, mientras que los habitantes lo conocen como “Humedal Santa Rosa”. Como científico, Marino argumenta que prefiere llamar a las cosas por su nombre.

«Me han llamado hasta mitómano porque hay gente que cree que no se ha descontaminado nada, pero no hago caso porque tengo las evidencias de mi trabajo y también el testimonio de 2,000 voluntarios que me han acompañado en mi proyecto de descontaminación de El Cascajo», comenta.

Recuperación del Lago Titicaca

Otro de sus grandes desafíos fue la recuperación del Lago Titicaca. Con el proyecto piloto «Reto 15 Titicaca», Marino y su equipo lograron descontaminar una parte de la bahía interior de Puno, la zona de Espinar, reduciendo la contaminación entre un 40% y 77% en solo 15 días.

«Decidimos recuperar esta zona porque es la más contaminada del distrito de Puno. Estamos hablando de más de 180,000 habitantes que drena sus aguas residuales directamente en el Lago Titicaca. Nosotros esperábamos resultados del 3%, pero el laboratorio nos sorprendió diciendo que habíamos reducido la contaminación entre 40% y 77% en 15 días», comenta Marino.

Marino Morikawa recogiendo muestras en el Lago Titicaca.

Aunque el proyecto no pudo continuar debido a cambios políticos y la pandemia, Marino está convencido de que hoy podría hacerlo en mucho menos tiempo gracias a los avances tecnológicos.

“Cuando pusimos en marcha el proyecto piloto, PPK estaba en el poder, pero luego fue destituido. Con la llegada del nuevo gobierno, se establecieron otras prioridades y la situación se complicó aún más con la pandemia. Sin embargo, si se me brinda la oportunidad de retomar el proyecto, estoy seguro de que podría hacerlo en mucho menos tiempo gracias a las mejoras en mi tecnología. Por ejemplo, el proyecto de El Cascajo, que originalmente tomó tres años, ahora podría completarse en tan solo tres meses”, sostiene Marino.

Creación de TTT Grupo Morikawa

Marino Morikawa rememora que, al iniciar su primera empresa, fue víctima de una estafa tan severa que lo dejó sin recursos, incluso para alimentarse. Durante su periodo de estudios en Japón, una persona se le acercó con la propuesta de emprender un proyecto en Perú. Emocionado con la idea y convencido de que podía contribuir al mejoramiento de su país, Marino decidió regresar a Perú para hacer negocios. Sin embargo, esa misma persona lo defraudó, apropiándose del dinero destinado a la inversión.

«Esta persona me convenció para crear una empresa en Perú, pero otro de los motivos que fue determinante para regresar acá fue porque uno de mis tíos me dijo que ya había aprendido suficiente en Japón y que era hora de hacer algo para cambiar al Perú. Entonces vine con ese entusiasmo, pero lamentablemente me estafaron y me dejaron con los bolsillos vacíos», recuerda.

A pesar de enfrentar estos desafíos iniciales, Marino siguió adelante motivado por las palabras de su padre: «Ahora tus neuronas funcionan mucho mejor que antes, hazlas trabajar y piensa en algo para salir adelante».

Marino decidió emprender de nuevo y fundó su propia consultora, ahora conocida como TTT Grupo Morikawa. Esta organización no solo ofrece asesorías, sino que también proporciona soluciones a problemas ambientales, como la contaminación del suelo, del agua y de la atmósfera. Además, realizan trabajos para optimizar la productividad en los sectores agrícola, ganadero y minero, con el objetivo de minimizar su impacto contaminante.

Con estas acciones, su empresa aspira a que las compañías dedicadas a estos sectores puedan reducir su carga contaminante, lo que a su vez mejora la calidad de vida de las especies que habitan en estos entornos laborales.

Para Marino, su compañía no tiene competidores, ya que creen en la colaboración. Afirman que su tecnología puede ser aprendida por otras empresas para mejorarla y generar alternativas de solución más eficientes para el medio ambiente.

Atentado contra su vida

En junio de 2023, la vida de Marino Morikawa cambió por completo cuando sufrió un atentado contra su vida. Este incidente ocurrió en Ancón, mientras realizaba labores de limpieza debido al derrame de petróleo de Repsol. Durante ese periodo, Marino fue objeto de numerosas amenazas por parte de extorsionadores que exigían dinero a cambio de no atentar contra su vida.

“Ellos pensaban que yo tenía dinero porque me veían en televisión y porque estaba trabajando con Repsol, pero la verdad es que no estaba dispuesto a negociar con delincuentes y continué con mi trabajo”, recuerda.

A pesar de las amenazas constantes que ya llevaban un año, Marino decidió un día permitir que se realizara un reportaje sobre el trabajo que estaba llevando a cabo en Ancón, ya que estaba agotado de ser atacado por todos lados por realizar la limpieza del derrame de petróleo.

“Decidí arriesgarme a que se hiciera el reportaje porque estaba cansado de los ataques constantes. Yo solo había sido contratado para limpiar el derrame de petróleo, el cual descontaminamos de los hidrocarburos. Pero como la gente veía el mar manchado, pensaban que seguía igual de contaminado, lo cual no era cierto”, comenta.

Entonces, un 17 de junio de 2023, los extorsionadores, aprovechando que Marino estaba sin seguridad, lo rodearon y le dispararon en el abdomen. Sin embargo, gracias a un chaleco antibalas que llevaba puesto, pudo sobrevivir al atentado, a pesar de que estuvo a punto de recibir otro disparo en la cabeza.

“Primero me dispararon en el abdomen, pero afortunadamente llevaba un chaleco antibalas debajo de mi ropa. Cuando estuve a punto de recibir el tiro de gracia, uno de los delincuentes se percató de que tenía un submarino en el auto y se lo llevaron. Por eso siempre digo que mi submarino me salvó la vida”, recuerda.

Después de este ataque, Marino cayó en una profunda depresión y perdió todas sus ganas de continuar con su trabajo. Vivía en un miedo constante y cada ruido que escuchaba en la calle le recordaba aquel día en que recibió un disparo que pudo haber acabado con su vida.

Con el tiempo, Morikawa se replanteó su presente y su futuro. Se dio cuenta de que no podía seguir viviendo con ese terrible recuerdo y decidió empezar de nuevo, pero esta vez enfocado en dejar un legado para que otros científicos pudieran continuar con su trabajo cuando él ya no estuviera en este mundo.

“Un día me miré al espejo y me dije a mí mismo: ¿Vas a tirar todo tu esfuerzo a la basura? Has tenido otra oportunidad de vida, así que tienes que esforzarte el doble. Si una bala no te mató, otra tampoco lo hará. Deja de estar traumatizado y continúa con tu vida normal”, recuerda.

Actualidad y proyectos

En la actualidad, Marino Morikawa, a través de su empresa TTT Grupo Morikawa, colabora con seis países alrededor del mundo con el propósito de descontaminar hábitats naturales. Entre estos países se encuentran México, Nicaragua, Argentina, Estados Unidos, Japón y Panamá, donde poseen un laboratorio. Recientemente, han recibido llamadas de los gobiernos de El Salvador y la India, mostrando interés en su tecnología.

“Estos países depositan su confianza en nuestra tecnología. Sin embargo, prefiero no hablar de estos temas hasta que los resultados estén a la vista. No es casualidad que países como El Salvador, bajo la administración de Bukele, o la India, nos busquen”, afirma Morikawa.

En el corto plazo, Marino Morikawa y su empresa están brindando asesoramiento a diversas empresas privadas en la gestión de la producción agrícola, minera y piscícola. Posteriormente, en el mediano plazo, tienen la oportunidad de recuperar tres hábitats naturales en Perú, aunque no puede proporcionar más detalles al respecto debido a que están en negociaciones.

Además, Marino alberga el sueño de tener la oportunidad de descontaminar el Lago Titicaca, un trabajo que quedó en pausa y que ahora podría realizar en un tiempo más reducido.

Marino también aspira a expandir sus asesorías y compartir sus conocimientos con más países para que todos puedan aprender cómo descontaminar los hábitats naturales. Esta idea surgió después del atentado que sufrió, ya que considera que su tecnología debe ser conocida por todos para trabajar conjuntamente hacia un objetivo común: mejorar el medio ambiente y proteger las especies.

Finalmente, Marino Morikawa reflexiona sobre cómo todos los ciudadanos pueden contribuir a reducir la contaminación, exigiendo que las empresas busquen alternativas de solución a la contaminación que generan en diferentes partes de Perú.

“Quiero decir algo que quizás pueda ser malinterpretado, y no quiero que se entienda como que estoy a favor de Repsol, pero esta empresa es la única que ha contratado hasta 50 compañías para solucionar el derrame que causaron, mientras que otras solo contrataban a una. Esto se debe al ruido mediático, y me gustaría que esa misma indignación se manifestara en todos los lugares de Perú que están contaminados”, reflexiona Marino.