El póquer es el juego de cartas por excelencia. Hayan jugado alguna vez o no, todo el mundo lo conoce, aunque lo que quizás desconozcan es que existen muchas variantes diferentes que se han igualmente popularizado. Es difícil contabilizar cuántos jugadores y jugadoras de póquer existen en el mundo, pero es fácil imaginar la dimensión cuando su presencia se cuenta en millones solo online.
Y los números se multiplican todavía más si hacemos un recuento histórico de todas las personas que han hecho de este juego de naipes su entretenimiento favorito.
Los orígenes del póker, aunque discutidos, se remontan a principios del siglo XIX en Estados Unidos, pese a que los juegos que lo inspiraron son muy anteriores: desde el “dominó de cartas” chino del siglo X al As-Nas persa del siglo XVII.
Las variantes del póquer
La variante del póquer más extendida, y la que suele conocerse como la “estándar”, es el Texas Hold’em. Pero no es, ni de lejos, la única que se juega tanto en eventos en vivo como en plataformas online. Según el número de cartas repartidas, las ocultas y las descubiertas, las rondas de apuestas que se hacen y otras variaciones más, el juego de póquer recibe un nombre u otro.
El Omaha es otra de las modalidades más conocidas, aunque las reglas cambian un poco según juegues el Omaha High o el Omaha High/Low. Por otro lado, el Seven Card Stud es quizás el juego más puro y por el que apuestan los jugadores más clásicos. También hay el Five Card Draw o el Póquer Caribeño. En el mundo online, todos ellos triunfan, pero hay otra variante que destaca por encima: el Blast Poker.
El Omaha: una breve historia
De entre todas las variantes del póquer que existen, en este artículo nos vamos a centrar en el Omaha. Le debemos la existencia a Robert Turner, un jugador californiano que, en los años setenta, entró a trabajar en el casino Golden Nugget de Las Vegas.
Turner aprovechó la presencia de jugadores profesionales para promocionar la nueva variante, que introdujo pequeños cambios a otras modalidades clásicas como el Spit in the Ocean o el Greek Hold’em.
Las normas básicas del Omaha
El Omaha se juega con una baraja de 52 cartas. A cada jugador, se le reparte cuatro cartas ocultas (las puede ver sin enseñárselas a los demás), mientras que se juega con cinco cartas comunitarias. Los jugadores deberán usar dos de las cartas ocultas para hacer la mejor mano posible.
La primera ronda de apuestas empieza por el jugador que se encuentra a la izquierda del jugador a la izquierda del repartidor, de modo que el jugador de la ciega grande será el último en apostar. En la segunda ronda, empezará el primer jugador activo a la izquierda del repartidor. Y así hasta la quinta ronda.
Tras todas las rondas de apuestas, es momento de mostrar las cartas. El primero en hacerlo será el último que haya apostado (o subido) y se seguirá en el sentido de las agujas del reloj. Gana quien consiga la mano de cinco cartas más alta posible usando dos de sus propias cartas y tres de las comunitarias.
Existen varios tipos de Omaha. Por un lado, la dinámica cambia según el tipo de apuestas que se elija (sin límite, límite fijo, límite de bote…). Por otro, el ganador o ganadora puede cambiar según si se opta por el Omaha High o el Omaha High/Low, pues en este último caso se llevan dinero tanto el que consiga la mano más alta como el que obtenga la más baja.
¿En qué se diferencia el Omaha del póquer tradicional?
Aunque el Omaha y el Texas Hold’em, la variante más popular, tienen muchas similitudes entre sí, hay algunas diferencias clave que debes conocer. En primer lugar, en el Omaha el jugador recibe cuatro cartas ocultas, de las que está obligado a elegir dos para crear su mano ganadora. En el Texas Hold’em, en cambio, solo se le reparte dos cartas ocultas y puede usar una o dos para crear su mano.
Otra de las características que los diferencian son la estrategia seguida. En el Omaha, hay mucha más presencia de tercias, escaleras, escaleras de color y fulls. En ese sentido, raramente podrás ganar una partida de Omaha con una pareja, mientras que esta mano es más común en el Texas Hold’em.
El Omaha, el juego de las “nuts”
A la variante del Omaha a menudo se le conoce también como el juego de las “nuts”, concepto que en póquer significa tener la mano más alta posible en una jugada determinada. Esta es una de sus principales características, pero bastará una pequeña variación para que alguien pueda atribuirse la creación de otro tipo de póquer. Triunfe o no, habrás contribuido a engrandecer un juego histórico.