Es el octavo día consecutivo de protestas, violencia y bloqueo de carreteras en Puno y, a pesar del luto regional, los manifestantes no cesan en exigir la renuncia de la presidenta Dina Boluarte, el cierre del Congreso y las nuevas elecciones generales. Toda la coyuntura ha generado que, en la región andina, el flujo de turismo se reduzca a cero.
Los lancheros que trabajan en el puerto de Puno transportando visitantes a las islas del Lago Titicaca han manifestado que la merma de turistas los ha dejado golpeados económicamente: la mayoría de ellos trabaja para el día a día y cualquier disminución del flujo de turistas los perjudica.
«Todo esto está afectando al sector turismo. Después de la pandemia venían turistas extranjeros y nacionales, pero por el paro prácticamente estamos en cero», dijo Carlos Lujano Charca, quien tiene que velar por sus seis hijos, dos de ellos en etapa escolar.
Lujano Charca ha sido lanchero desde hace 32 años en el puerto y recuerda con nostalgia sus épocas de oro en donde un transportista del lago percibía un ingreso promedio diario de S/ 50; sin embargo, ahora los trabajadores solo van al muelle para ver sus embarcaciones y retornan con los bolsillos vacíos a sus hogares.
«Algunos hemos podido ahorrar (de eso viven). Ahora con este paro no sabemos hasta cuándo seremos afectados y cómo sobreviviremos», sostuvo.