La historia de Cerámicos Peruanos S.A. (CEPERSA), dueña de la marca Ladrillos Pirámide, muestra como la innovación puede transformar un pequeño negocio familiar en una de las empresas líderes de la industria de la construcción en Perú.
Fundada en octubre de 1972, esta compañía nació del sueño de los hermanos Raúl, Raymundo, Luciano y Julián Torpoco Cerrón, quienes decidieron emprender en el sector ladrillero con el objetivo de contribuir al crecimiento del país.
Los inicios ladrillos pirámide
La familia Torpoco Cerrón, con nueve hijo, dejó su tierra natal, Concepción, en Junín, con la esperanza de encontrar mejores oportunidades en Lima. Gerardo Torpoco, un hombre con el firme deseo de que sus hijos se convirtieran en profesionales, intentó cultivar café en Chanchamayo hasta 1962.
Ese año, la hacienda, que alquilaban y de la cual la familia obtenía ingresos, fue invadida. Debido a esto, los Torpoco Cerrón regresó a la capital, donde adquirieron un terreno en Zárate, San Juan de Lurigancho, comprado con los ahorros de su trabajo en la hacienda.
En este terreno intentaron tener una granja, así como también, un taller automotor. Sin embargo, los negocios fracasaron.
En 1971, Gerardo Torpoco falleció. Por esta razón, los hijos mayores notaron que la tierra en la que vivían ofrecía buena materia prima para la fabricación de ladrillos artesanales, por lo que empezaron con solo tres trabajadores.
Con esfuerzo y arduo trabajo, la pequeña ladrillera empezó a vender material crudo a otras ladrilleras que se encargaban de quemarlo y comercializarlo. La fábrica creció rápidamente, aunque no había quien se hiciera cargo de este, ya que todos los que hijos estudiaban
Sin embargo, el hijo menor, Raúl Torpoco, quien dejó sus estudios de matemático en la Universidad Nacional Mayor de San Marcos, decidió hacerse cargo del negocio. Poco después construyó los primeros hornos y en 1972, los hermanos formalizaron el negocio bajo el nombre de Ladrillera Pacífico.
Con el pasar del tiempo, logró un crecimiento luego que un hacendado de Huachipa les ofreciera 15 hectáreas de un terreno a bajo precio. A partir de aquí, los Torpoco contaron con 150 obreros luego de adquirir el terreno.
En este tiempo, Raúl Torpoco, era el encargado de monitorear el trabajo, el cual realizaba de 2 de la mañana a 7 de la noche.
Automatización
Durante los años 80, la empresa experimentó una transformación significativa con la automatización de sus procesos. Los Torpoco compraron maquinaria de última generación valorizada en 3 millones de dólares.
Es así, que la planta de Zárate se quedó pequeña y la compañía adquirió 40 hectáreas en Carabayllo. En la inauguración de esta nueva planta participó el entonces presidente Fernando Belaúnde Terry.
En estos tiempos, los hermanos decidieron cambia la razón social a Cerámicos Peruanos S.A., la cual tendría la marca símbolo “Ladrillos Pirámide”. El nombre fue elegido como símbolo de fortaleza y durabilidad, inspirado en las pirámides de Egipto.
Con el pasar de los años, lograron tener un horno automático instalado representó un gran salto tecnológico: mientras que los hornos artesanales consumían 240 galones de petróleo, los nuevos hornos túnel requerían solo 70 galones.
Este cambio no solo optimizó costos, sino que también permitió que la empresa se mantuviera competitiva durante las décadas de los 80 y 90.
Innovación y tecnología
El crecimiento de Cerámicos Peruanos continuó durante las siguientes décadas. En 2010, la empresa apostó por tecnología europea (italiana, alemana, española y suiza) para modernizar sus líneas de producción.
Este proceso culminó en 2013 con la inauguración de la primera planta ladrillera totalmente automatizada del país, consolidando a Ladrillos Pirámide como la marca número uno del sector.
En 2016, con 44 años de trayectoria, Cerámicos Peruanos contaba con 700 empleados y un plan de inversión de 80 millones de dólares hasta 2021. La empresa produjo 6,500 toneladas de ladrillos anuales, alcanzando un crecimiento del 30% en participación de mercado en tan solo seis meses. Este crecimiento fue impulsado por la apertura de un centro de distribución en Chincha, que permitió fortalecer su presencia en el sur del país.
En ese entonces, Raúl Berrios era gerente general de la compañía, quien al estar al mando de la empresa empleó el marketing y un contacto más personalizado con los clientes como estrategias clave para llegar al éxito.
En 2017, Ladrillos Pirámide no se conformó con la fabricación de ladrillos. La empresa anunció su ingreso al mercado de tejas, baldosas, pisos y cerámicos de colores, ampliando significativamente su portafolio. Además, se contempló la construcción de nuevas plantas de producción en el interior del país.
En ese momento, la producción abastecía principalmente a Lima y a ciudades del norte y sur del Perú, pero la meta era descentralizar las operaciones para llegar a más regiones.
Ladrillos Pirámide: Nueva tecnología
Para 2022, Ladrillos Pirámide consolidó su liderazgo con tecnología de punta europea y japonesa, alcanzando los más altos estándares de calidad y seguridad. Esta inversión tecnológica los posicionó como la empresa más sólida del sector, con capacidad de respuesta inmediata a las necesidades de sus clientes.
Es así como llevaban 10 años operando con una planta automatizada que los convirtió en líderes del mercado peruano y en una de las empresas más grandes de Sudamérica.
En octubre de 2022, Ladrillos Pirámide celebró su 50º aniversario, reafirmando su compromiso con la construcción de hogares en el Perú. Durante ese año, la empresa anunció planes para ingresar al mercado de Panamá, Costa Rica y Guatemala. Además, revelaron su intención de abrir una nueva planta en Piura o Trujillo, sumándose a las dos que ya operaban en Carabayllo.
Como parte de sus metas a corto plazo, la compañía proyectó obtener la certificación ISO 9001 en noviembre de 2022, convirtiéndose en la única empresa del sector con esta distinción. La planificación también incluía el lanzamiento de nuevos productos para mejorar las construcciones y expandir puntos de producción en distintas provincias del país.
Con una fuerza laboral de aproximadamente 500 personas de manera indirecta, y un volumen de operaciones que involucraba a más de 1000 personas en transporte y contratistas, Ladrillos Pirámide se consolidó como un actor clave en la industria.
Innovación frente a la caída de la construcción
En 2023, ante la disminución de la construcción en el Perú, Ladrillos Pirámide apostó por productos con mayor valor agregado. A finales de ese año, se estimó una facturación de S/130 millones con el 75% de sus ventas provenientes de la autoconstrucción y el 25% de edificaciones inmobiliarias.
Para diversificar su oferta, lanzaron al mercado ladrillos estructurales con alta resistencia sísmica. Además, introdujeron una nueva línea de productos de acabado llamada «fachaletas», diseñada para recubrir paredes, fachadas y terrazas.
Sin embargo, debido a la situación del sector, la empresa decidió pausar el desarrollo de una tercera planta y posponer una inversión de 5 millones de dólares destinada a aumentar la capacidad productiva en Carabayllo.
En octubre, tuvieron la oportunidad de participar en Excon 2024, feria organizada anualmente por la Cámara Peruana de la Construcción (Capeco), en la cual Ladrillos Pirámide presentó una amplia variedad de productos y servicios, que lograron que la empresa fidelice nuevos clientes.
En 2024, con 52 años de trayectoria, Cerámicos Peruanos S.A. (Cepersa) reafirmó su liderazgo en la fabricación de ladrillos cerámicos de alta calidad. Rosario Torpoco Viladegut, quien ahora es la vicepresidenta de la empresa y es hija de uno de los fundadores, destacó el carácter privado y 100% nacional de la compañía.
Por ello, la empresa adquirió canteras propias para garantizar el abastecimiento de arcilla. Resaltando que la materia prima, proveniente de la minería no metálica, es fundamental para su producción.
Por otro lado, la innovación tecnológica sigue siendo un pilar clave. Debido a esto, Ladrillos Pirámide incorporó tecnología italiana, española, griega y suiza en sus procesos, y recientemente inició una fase de digitalización, desarrollando aplicaciones para mejorar la comunicación con clientes y distribuidores.
Ladrillos Pirámide, no solo lidera la producción de ladrillos en el país, sino que también diversificó su negocio hacia la cementera y los acabados. La empresa mantiene una alianza con fabricantes chinos para comercializar porcelanato, consolidando su posición como una de las principales corporaciones de la región.