¿Insectos en una cerveza? Conoce a ‘la Grilla’, una cerveza artesanal hecha con grillos tostados creada por la Cervecería Arellano, un emprendimiento de un grupo de jóvenes ¡así como lees! la bebida que está conquistando el mercado cervecero en México.
¿Cómo se elaboró la cerveza mexicana ‘La Grilla’?
Todo empezó en Querétaro por un grupo de emprendedores preocupados por la crisis climática. El socio fundador de Cervecería Punto Medio, Alejandro Rivera recordó que durante una reunión con Patricio Gutiérrez, director general de Santena, fue el primero que planteó la inclusión de grillos en la bebida.
“Me dijo: Oye, nosotros lo que queremos hacer es demostrar que este tipo de ingredientes se pueden agregar a nuestra dieta normal y que, aunque parezca algo completamente loco, sigue sabiendo rico, y que la gente se dé cuenta de que se puede usar de diferentes formas. Y de ahí surgió: ¿Por qué no lo intentamos usar en una cerveza?», relató.
Cervecería Arellano, una propuesta sostenible y nutritiva
Fue así como decidieron lanzar su tercer emprendimiento mexicano bajo una firma reconocida por utilizar ingredientes alternos en la fabricación de sus productos.
Ellos descubrieron que el grillo posee un sabor similar al de la cebada o de centeno, por lo que reemplazaron una parte del grano utilizado para la producción de cerveza con estos insectos.
Para ser lanzada al mercado y estar completamente seguros de su valor diferenciador, esta cerveza tuvo que atravesar un arduo proceso de pruebas, investigaciones y presentaciones.
El grillo, un insecto con sabor unami
Es importante mencionar que el grillo contiene un aminoácido que se llama glutamato y sirve para potenciar sabores.
Según detalló Alejandro Bruna, cofundador de Griyum, la granja de donde se obtuvieron los insectos para comentar acerca de las propiedades de que tiene el insecto.
El glutamato es una molécula que también se sintetiza en las neuronas y que regula la actividad del sistema nervioso central.
Por lo tanto, a través de él influye en los procesos como la memoria, el aprendizaje y la neuroplasticidad.
Algunos alimentos ricos en glutamato son el queso parmesano, el tomate, las setas y el jamón.
“Tiene una característica de un sabor que se le conoce como umami, y este sabor es el que justamente se utiliza para resaltar que una botana (aperitivo) te sepa más intenso, que una cerveza como La Grilla sepa más intenso y que, a pesar de ser una porter, le llegue a las notas de sabor de una stout”, detalló.
Patricio Gutiérrez explicó que su compañía surgió con la idea de crear alimentos mucho más nutritivos y sustentables.
Y más aún si están basados los insectos, que son una fuente de proteína natural de alto valor biológico, rica en minerales, vitaminas y fibra.
Además, los insectos tienen una huella ecológica menor que la de otros animales, ya que requieren menos agua, espacio y alimento para su producción y emiten menos gases de efecto invernadero. Por eso, su empresa aprovecha el potencial de estos animales que la industria suele desperdiciar.