El pollo a la brasa es uno de los platos bandera del Perú y uno de los más consumidos, incluso en algunas ocasiones ha sido elegido como el mejor platillo del mundo, según TastleAtlas.
Es así que, su creación se le atribuye a Roger Schuler, quien junto a su cocinera y su socio Franz Ulrich, crearon la primera pollería del Perú, La Granja Azul.
En esta nota te contamos como nació la primera pollería de nuestro país, la cual mantiene su éxito hasta el día de hoy.
¿Cómo nació el pollo a la brasa en La Granja Azul?
Roger Schuler, es un suizo que llegó al Perú luego de la Segunda Guerra Mundial.
Al principio, decidió abrir una granja de pollos en Chaclacayo, donde hoy se ubica la pollería La Granja Azul, debido al color que siempre mantuvo este lugar.
Sin embargo, la venta de pollos no le dio los resultados que esperaba, dando paso a una nueva idea de negocio. Schuler vendió todos sus pollos en una parrillada y una gran cantidad de personas que vivían en los alrededores llegaron a comprar.
De esta forma surge la idea del tradicional pollo a la brasa, la cual poco a poco iría perfeccionándose. La primera máquina brasera que crearon era con una manija a la que tenía que darse vuelta.
Esta primera máquina demoraba la producción del pollo a la brasa, por lo que decidieron modificarla. En este momento, el suizo amigo de Schuler, Franz Ulrich, creó un nuevo diseño en su taller de La Victoria.
De esta forma se creó el horno con un modelo tipo planetario solar, donde se podían colocar seis barras que daban vueltas en ambas direcciones.
Por otro lado, su receta es únicamente con sal, y el sabor característico que tiene es gracias a la madera del algarrobo que utilizan en el horno.
Fue así como, desde 1950 nació la tradición del pollo a la brasa y la reconocida pollería La Granja Azul.