La Comisión Interamericana de Derechos Humanos (CIDH) recordó al Estado peruano que la salida a la crisis pasa por un diálogo amplio que incluya a actores políticos, sociedad civil, movimientos sociales, gremios empresariales y otras organizaciones, con el fin de que todas las voces sean escuchadas.
El Primer vicepresidente de la CIDH y Relator para Perú, comisionado Stuardo Ralón, señaló que también deben ser incluidos las autoridades regionales, bajo un enfoque intercultural. «Solamente por ese medio se vislumbra una solución a la crisis que se desarrolla en el país», afirmó.
Recordó que en el Perú hay hasta el momento 47 personas fallecidas en el marco de las protestas, entre ellos 7 adolescentes, además de 650 personas heridas, lo que incluye a miembros de las fuerzas de seguridad.
Al respecto, señaló que la CIDH condena todo tipo de violencia y que la organización ha recibido denuncias tanto de los familiares de la víctimas y también denuncias sobre el daño a bienes públicos.
En este punto, el comisionado recalcó que en estas denuncias serán fundamentales las investigaciones balísticas para establecer qué tipo de armas originaron los disparos contra las personas, ya que las autopsias realizadas por la dirección de Medicina Legal arrojan que en las víctimas por armas de fuego hay disparos a la cabeza o tórax.
Crisis en Perú: Debilidad institucional y ‘terruqueo’
El comisionado Stuardo Ralón también destacó que durante su visita al Perú advirtieron un elemento de debilidad institucional que se ha venido generando por un uso reiterado de figuras constitucionales que tienen que ver con la separación de poderes, como es la vacancia presidencial, la acusación constitucional y la disolución del Congreso.
También se refirió a la discriminación y estigmatización de personas de origen quechua y aymara que deterioran el debate público en el Perú. Advirtió que el uso de términos como «terrorista», «senderista» o «indio» generan un clima de mayor violencia, pero sobre todo ofende a personas que protestan.