Por décimo mes consecutivo, los precios de los alimentos a nivel mundial ha disminuido levemente en enero: un 0.8% con respecto a diciembre de 2022, anunció el viernes la Organización de Naciones Unidas para la Alimentación y la Agricultura (FAO).
El porqué se explica en el descenso de los precios del trigo y de los aceites vegetales. La cifra contrasta con el pico que alcanzaron los precios en marzo de 2022, cuando registraron un incremento del 17,1 % respecto al mes anterior, debido a los primeros efectos de la guerra de Ucrania.
Aunque el precio global de los cereales permaneció prácticamente estable, sí que subieron los del arroz y el maíz.
Los precios internacionales del arroz «aumentaron un 6,2 % respecto a diciembre», a causa de una «disponibilidad más restringida, la fuerte demanda local en algunos países exportadores asiáticos y movimientos de los tipos de cambio», indica la FAO.
Además, «a causa de la fuerte demanda de exportaciones de Brasil y de las preocupaciones relacionadas con la sequía en Argentina«, los precios mundiales del maíz también subieron levemente.
Bajó el precio del trigo
En cambio, el precio del trigo bajó un 2,5 % debido a la abundante producción que se espera en Australia y Rusia, que «superó las previsiones», señala la FAO.
Los precios de los aceites vegetales también disminuyeron en enero, un 2,9 %. Los del aceite de palma y de soja «cayeron a causa de la débil demanda mundial de importaciones, mientras que los de los aceites de girasol y de colza bajaron por la abundante disponibilidad para la exportación», explica la organización de Naciones Unidas.
Los precios del azúcar también se redujeron respecto a diciembre de 2022 (-1,1 %), así como los de los productos lácteos (-1,4 %).
El precio de la carne se mantuvo estable.
La organización de la ONU confirmó asimismo una «contracción» de la oferta de cereales en 2022-2023, un «1,7 % menos» que el año anterior, aunque en leve alza respecto a las previsiones de diciembre. (AFP)