La Kola Escocesa es una gaseosa que tiene un color vino, pero brillante, y un sabor frutado muy agradable que marida perfectamente con los platos típicos arequipeños. Así como en las cevicherías se pide la Inca Kola, en las picanterías de la ciudad se pide “la Escocesa”. Conoce la historia de la gaseosa emblema de Arequipa y cómo llego a ser la única reconocida internacionalmente.
Historia
Todo comenzó en 1948, cuando Don Armando Odiaga, un comerciante de fragancias y esencias para panaderías y heladerías, llegó a Arequipa para ofertar sus productos. Aquí conoció Enrique Botassi, conocido como “el italiano”, dueño de una embotelladora en el valle de Yura, bendecido por la naturaleza con manantiales de agua mineral. Los médicos recomendaban estas aguas para combatir la anemia debido a su contenido de hierro. La idea de embotellar y comercializar esta agua, al estilo europeo, parecía prometedora.
El italiano nunca estuvo muy convencido de hacer gaseosas; en cambio Odiaga sí lo tenía muy claro, así que cuando se asociaron se dedicaron al desarrollo de los sabores. Un tiempo después de iniciada la sociedad, el italiano no veía futuro en las gaseosas, así que terminó por venderle la pequeña planta, incluidos los derechos de uso de agua.
Armando Odiaga adquirió la planta y los terrenos que incluían tres vertientes que proveían el insumo primordial: el agua. De esas tres vertientes se obtienen tres tipos de agua que el italiano embotelló durante años. El primero era el agua que denominaba Yura Ferruginosa; la segunda, Yura Mineral Alcalina y la tercera, Yura De Rivero y Ustáriz.
Nuevos sabores
Armando Odiaga se estableció en Arequipa y, con su espíritu emprendedor, se dedicó a perfeccionar sabores, así que una fábrica de gaseosas le sentó muy bien. Él desarrolló sabores de acuerdo con el mercado de aquel entonces:
- California Orange para competir con Crush y Fanta
- Bambini Néctar de Oro a base de hierbaluisa para competir con Inca Kola y con la arequipeña Energina.
- Perú Kola, una bebida negra para competir con Coca Cola
- Ferroquina Guaraná y otras, como una Ginger Ale sobre la base de kion, que llamaron Arequipa Dry y que se incorporó con el tiempo y aún está en el mercado
Sin embargo, fue en 1950 cuando lanzó la Kola Escocesa, una gaseosa destinada a convertirse en su producto estrella. Fue tan bien recibida por el mercado arequipeño, que la mayoría de las demás gaseosas fueron desapareciendo con el tiempo. Su aceptación en el mercado arequipeño fue tan impresionante que las demás gaseosas creadas por Odiaga fueron desapareciendo con el tiempo. La calidad del agua de Yura y la fórmula secreta de la Kola Escocesa se convirtieron en la clave de su éxito.
Origen del Nombre
El origen del nombre de Kola Escocesa ha dado lugar a diversas versiones. Algunos dicen que se le llamó así en honor a un escocés que desarrolló la fórmula. Otros sugieren que el nombre está relacionado con San Andrés, patrón de Escocia, cuya imagen está entronizada en la iglesia de Yura. Los viejos yureños solían decir que por esas mezclas de aguas que usaban para su producción, esa nueva gaseosa producía escozor en la garganta, así que de la palabra escozor se derivó la palabra escocesa.
También hay una versión de índole comercial ya que por esa época en Lima existía una gaseosa roja que se hizo muy popular, la Kola Inglesa. La gaseosa elaborada por Odiaga no era roja sino de un color vino muy vivo, así que con la idea de competir también en Lima y el norte se le habría puesto el nombre de Kola Escocesa.
Pero en medio de todas aparece una quinta, que tiene que ver con la pertenencia de Odiaga a la Logia de los Masones, que en Arequipa era mayormente del Rito Escocés Antiguo y Aceptado el que se practicaba.
Javier Odiaga, nieto del fundador que ha hecho incluso un museo de Kola Escocesa en Yura, cree finalmente que la mayoría de las versiones tienen cierto sentido; sin embargo, diside con la versión de que la fórmula la trajo o la desarrolló un escocés.
Kola Escocesa se consume principalmente en las ciudades de mayor altura, como Juliaca, Puno, Desaguadero, y Cusco, y poco a poco se va introduciendo en mercados como Tacna, Ilo y Lima. Curiosamente, sus ventas disminuyen en verano y aumentan significativamente a partir de julio, alcanzando su pico en noviembre y diciembre.
Expansión
La producción era lo que más le importaba a Armando Odiaga, allá en su oasis de Yura. Él se enfocó en la producción en su oasis de Yura, mientras que su esposa, Carmen Arias, se encargaba de la comercialización en Arequipa. Casados en 1951, Carmen gestionaba la distribución de las gaseosas y puso un negocio de importaciones donde se vendían productos europeos finos llamado “El Palacio de los Cristales”. Juntos criaron a sus tres hijos: Silvia, Fernando y Martha.
La familia vivía en El Filtro, en la parte baja de Miraflores, donde el primer piso de su casa se utilizaba como depósito central de las gaseosas. Carmen se encargaba de las labores comerciales, mientras los hijos ayudaban en sus tiempos libres. Fernando se inclinó por la ingeniería química, lo que le permitió suceder a su padre en la producción, mientras que Martha y Silvia se dedicaron a la comercialización.
En los años 50, la producción diaria era de unas 20 cajas de 24 botellas de 10 onzas cada una. Las etiquetas, pegadas a mano, decían «Kola Escocesa, producida por Armando Odiaga Sánchez». Tras los terremotos de 1958 y 1960, que dejaron a Arequipa muy dañada, la producción se volvió intermitente, lo que llevó a Odiaga a expandirse hacia el norte del Perú. En 1961, la familia se trasladó a Trujillo, donde comercializaron cinco gaseosas diferentes bajo la marca “Las 5 Grandes”.
Nuevas fronteras
Tres años duró la aventura que quedó truncada, entre otras cosas porque sus botellas en ese entonces eran solo de vidrio y no retornaban a la fábrica. Reponerlas involucraba no solo un gasto fuerte, sino un esfuerzo logístico que no podían asumir con eficiencia. Armando y Carmela se complementaron bien, él en Yura y ella en Arequipa, haciendo que el negocio crezca y se prestigie, hasta obtener incluso reconocimientos de la Municipalidad Provincial.
Para 1966 se adquiere una nueva línea de producción que permite la inclusión de una presentación de una gaseosa familiar de 650 mililitros. En 1970, por disposiciones gubernamentales, la empresa tuvo que variar su razón social a Empresa Yura – Armando Odiaga S.A. Aquí tuvo que incluir una comunidad industrial, dando acciones a los trabajadores de la planta de producción. Es decir que a pasó a ser una Sociedad Anónima con un Sindicato y Comunidad Industrial.
Cansado de los problemas que surgieron, Armando Odiaga pensó en vender la empresa en 1972, y se lo dijo a su esposa y a sus hijas. Sin embargo, su hijo Fernando intervino para estabilizarla y logró que el negocio tomara un nuevo impulso. En 1978, la empresa volvió a ser una Sociedad de Responsabilidad Limitada, con Fernando a la cabeza.
Las hermanas también contribuyeron al crecimiento de la empresa tras sus estudios en administración y marketing. En 1979, Armando Odiaga falleció, dejando la empresa en manos de su esposa e hijos. En 1988, se fundó Distribuidora Escocesa SRL encargada de las ventas y distribución con Carmen Arias a la cabeza. Luego de que en 1993 apareciera la versión de un litro, lastimosamente en 1995 fallece Carmen Arias y la administración de la distribución es asumida por su hija Martha Odiaga.
Modernización de la empresa
Para 1997 el sistema de producción de la fábrica permitió conjugar los envases de vidrio con los de plástico y hacer presentaciones de 600 mililitros, de 1.5 L y otra de 2.25 L. En 2003 se adquiere maquinaria para la ampliación de las operaciones, tanto en vidrio como en PET, y se cambia la matriz energética por una más limpia y sostenible.
La tercera generación, encabezada por Jorge Iriondo, nieto del fundador, impulsó nuevas estrategias de marketing y distribución. En el 2010 planearon la implementación de un primer sistema de preventa como piloto y diseñaron una ruta que cubría todos los puntos de venta. Como resultado en el primer mes la venta aumentó 500 % en esa ruta. Al ver esto se diseñaron cuatro rutas más, planeando la adquisición de camiones pequeños para la distribución propia dentro de la ciudad.
Premios internacionales
En 2012, la planta de Yura recibió el Premio Nacional Pyme y en 2013 Javier Odiaga, hijo de Fernando, entra a la empresa con su padre para asumir la producción. Asimismo, se amplía la capacidad instalada de la planta para la producción de bebidas con una línea 100% automatizada y en 2015 se aperturan nuevas líneas de distribución, un nuevo canal de negocio, entre bebidas y otros productos afines.
En dos oportunidades, en Malta 2017 y en Roma 2019 agua Yura y Kola Escocesa son premiadas con Medallas de Oro en Europa. La cata fue a ciegas y el ITQI (International Taste & Quality Institute) con sede en Bruselas, Bélgica le dio dos de tres estrellas. Además, el Instituto Monde Selection, una de las mayores autoridades a nivel mundial en materia de evaluación de la calidad y certificación de productos conforme a parámetros científicos y organolépticos, otorgó la medalla de oro tanto al agua como a la Kola Escocesa.
En 2020, Martha falleció repentinamente y desde entonces fue reemplazada en la Gerencia General de la distribuidora por Silvia, su hermana, mientras que su hijo sigue el trabajo en la Gerencia Administrativa. Es así que desde el 2012 hasta el 2020 las ventas de Escocesa crecieron anualmente, gracias a que tres decenas de preventistas llegan a a más de 16 mil puntos de venta solo en Arequipa Metropolitana.
El trabajo impulsado por la modernización y nuevas estrategias de distribución dieron frutos importantísimos con crecimientos anuales de dos cifras. Sin embargo, esto se detuvo abruptamente por la pandemia en 2019, recuperandose en 2021.
Consolidación y proyecciones
En general en Europa, donde hay un gran aprecio a las aguas minerales con toda una gama de clasificaciones. El agua de Yura, que también embotellan y venden en la actualidad, calza perfectamente en la categoría de un agua volcánica mineral poco gasificada.
La bebida arequipeña fue reconocida en Bruselas, Bélgica, con el Superior Taste Award 2024, con dos estrellas, otorgado por el Internacional Taste Institute. El galardón es una de las mayores distinciones a nivel mundial en la certificación de sabor. Este es otorgado luego de la evaluación de un jurado compuesto por chefs y sommeliers (expertos en vinos) de renombre internacional.
El 15 de agosto de 2024, la emblemática bebida alcanzó un logro histórico al ser la primera gaseosa peruana en ganar el International High Quality Trophy 2024 de Monde Selection. Un trofeo especial otorgado a los productos que han recibido el Gold Award de Monde Selection durante tres años consecutivos. Asimismo, junto con Agua Fontainebleau, la bebida de sabor frutado fue premiada en Viena, Austria, con el codiciado Gold Award 2024 de Mode Selection. Reconocimiento destinado a orientar a los consumidores y compradores que buscan la máxima calidad y sabor.
La empresa está constantemente en desarrollo de nuevas estrategias de marketing para captar la atención de consumidores en todo el país. Proyectando que más peruanos conozcan y disfruten de su icónico sabor a tutifruti.