¿¡Por fin es jueves! podría ser una frase que se utilice, en pocos años, dentro del mundo laboral peruano? Aunque a usted le sorprenda, esta expresión es el nombre de un proyecto piloto de la jornada laboral de cuatro días flexible en Portugal.
De acuerdo con un reporte de RTVE, la iniciativa está siendo aplicada por más de 1.000 trabajadores de 41 empresas portuguesas. El 95% de las empresas lo avalan y casi todas van a mantener, al menos, una versión de la semana de 4 días.
Hay que añadir que, en las últimas semanas, Alemania se sumó a los países de Europa que ya pusieron a prueba la jornada semanal de 4 días. Chile y Colombia seguirían esta ruta.
De acuerdo con Silvana Cárdenas, Directora de Right Management Latinoamérica en ManpowerGroup; solo 1 de 10 empresas a nivel global estaría dispuesta a reducir su jornada laboral. En tanto en el Perú, primero se debe analizar el mercado laboral, el cual está marcado por la diversidad de sectores e industrias y una creciente escasez de talento calificado.
“El 65% de empleadores peruanos dicen tener problemas para hallar profesionales y cubrir vacantes. Esta situación impacta en la productividad y sostenimiento de los negocios, lo que mueve al empleador a pensar en estrategias de atracción de talento alineadas con los intereses de las nuevas generaciones de colaboradores y colaboradoras”, afirmó Cárdenas.
En opinión del economista Raúl Martínez Luna, la propuesta se tiene que analizar tomando en cuenta las particularidades productivas de cada región.
«Los sectores que tienen una alta demanda de empleo como el agropecuario, saben que los productos frescos que potencialmente exporta son por temporadas y en jornadas laborales arduas, que superan las 08 horas establecidas, lo mismo sucede con el sector comercio, donde incluso los días sábados y domingos son los de mayor venta», señaló Martínez Luna a Infomercado.
El también decano del Colegio de Economistas de Piura añadió que, sin embargo, «los empleados que trabajan en oficina se les puede medir por productividad o resultados, por lo que tendría que implementar pruebas pilotos y hacer comparativos si realmente es conveniente o no implementar dichas jornadas laborales».
De acuerdo con ManpowerGroup, 6 de cada 10 colaboradores a nivel global estarían dispuestos a sacrificar un pequeño porcentaje de sus ingresos si es que se les ofrece acceder a una jornada laboral de 4 días.
De acuerdo con Silvana Cárdenas, «si lo que se busca es implementar la jornada laboral de 4 días, se requiere antes un cambio cultural en las empresas y también en las habilidades de los profesionales, de tal manera que se valore la productividad sobre las horas trabajadas».
En esa misma línea, el economista Raúl Martínez añade que el análisis de la propuesta no debe olvidar una realidad de años en el mercado peruano: la informalidad laboral.
«En el Perú, como se dice criollamente, se chambea todos los días, sobre todo, si se considera que la gran mayoría de trabajadores lo hacen desde la informalidad», afirma Martínez.
Escasez de talentos
En un escenario hipotético, donde el candidato quiere tener mayor flexibilidad y acceder al beneficio de 4 días laborales, será fundamental que los talentos trabajen en mejorar sus competencias y aquellas habilidades blandas que hoy son más valoradas y requeridas.
Es importante indicar que, de acuerdo a una investigación del mismo ManPowerGroup, las empresas señalan que hay una escasez de talentos, la cual se ha incrementado a nivel mundial en los últimos 10 años.
Asimismo, el mercado laboral peruano tampoco está ofreciendo las mejores expectativas para encontrar el talento suficiente, según los mismos empresarios.
Silvana Cárdenas concluye señalando que, ante este escenario, es muy importante escuchar a los candidatos y atender sus demandas, al mismo tiempo que el empleador adecúa su modelo de negocio con el propósito de sostener la flexibilidad, propiciar mayor diversidad de talento y construir nuevas “canteras” de profesionales a través de la capacitación.