El Tribunal Supremo de Brasil condenó al expresidente Jair Bolsonaro a 27 años y 3 meses de prisión por liderar un complot golpista tras las elecciones de 2022. La sentencia, aún no firme, marca un precedente en la política brasileña.
Un fallo histórico en Brasil
La Primera Sala del Supremo Tribunal Federal encontró culpable a Bolsonaro y a siete de sus exaliados, entre ellos exministros y altos mandos militares, de hasta cinco delitos contra el orden democrático. Cuatro de los cinco jueces respaldaron la condena, mientras que uno votó por la absolución.
Según el fallo, Bolsonaro utilizó recursos del Estado para promover narrativas falsas, deslegitimar las elecciones y preparar un plan autoritario que buscaba deponer al presidente Luiz Inácio Lula da Silva.
La trama incluyó intentos de instaurar un estado de excepción y hasta un plan para asesinar a Lula, a su vicepresidente y a magistrados del Supremo.
El rol de los militares en el complot
De los ocho condenados, seis pertenecen a las Fuerzas Armadas. Entre ellos destacan el excomandante de la Marina, Almir Garnier, y tres generales de la reserva. Las penas oscilan entre 19 y 26 años de prisión.
El tribunal determinó que el intento de golpe se gestó desde 2021 y tuvo su punto más crítico el 8 de enero de 2023, con la invasión a las sedes de la Presidencia, el Congreso y el Supremo en Brasilia.
El expresidente estadounidense Donald Trump expresó su “sorpresa” por la condena y su secretario de Estado, Marco Rubio, advirtió posibles represalias contra Brasil. En el plano local, las reacciones fueron divididas: hubo celebraciones en sectores de izquierda y protestas aisladas de simpatizantes bolsonaristas.
Bolsonaro busca amnistía
Aunque Bolsonaro niega haber intentado un golpe, sus esperanzas ahora están puestas en un proyecto de amnistía impulsado por su partido en el Parlamento. Paralelamente, enfrenta otros procesos judiciales por obstrucción de la justicia, desinformación y apropiación indebida de bienes estatales.