Inca Kola es la gaseosa más representativa del Perú, esta llamativa bebida gasificada de color amarillo fosforescente y con un sabor único se convirtió en la lovemark de todos los peruanos. Siendo la bebida más consumida por todo el país, logrando incluso derrotar a un titan de la industria gaseosa como lo es Coca-Cola.
¿Cómo nace Inca Kola?
A finales de los años 1800, los Lindley, una familia de inmigrantes ingleses llegan al puerto del Callao para iniciar una nueva vida en Perú. Esta familia se dedicaba a la industria cervecera en su país y en 1910, deciden convertirse en los pioneros de la industria de bebidas gaseosas en el país y fundar la empresa “Fabrica de Bebidas Santa Rosa” en honor a Santa Rosa de Lima.
Los Lindley, iniciaron vendiendo las bebidas gasificadas con sabores tradicionales. Las ventas fueron un éxito durante 25 años, pero en 1935 decidieron lanzar al mercado una bebida que posicione a la compañía en un nivel superior a sus competidores. La empresa buscaba una gaseosa única en sabor, color y que se identifique con las costumbres y cultura del pueblo peruano, se buscaba una alianza entre el pueblo y el producto. Es así que nace Inca Kola.
El nombre de Inca Kola representa a la cultura milenaria del Perú, el imperio incaico, su color dorado denota la riqueza de su sabor y el oro que poseían los incas.
Isaac Lindley y su legado con Inca Kola
Tras la muerte del patriarca en 1932, y de sus hermanos José en 1936, Antonio en 1937, Alfredo en 1939 y Nicolás en 1945, Isaac tuvo que asumir la dirección de la compañía cuando tenía 41 años.
En 1945, los tiempos eran difíciles en el Perú y don Isaac Lindley tenía como propósito sacar adelante el negocio familiar de gaseosas.
De la mano de don Isaac, la Corporación Lindley adquirió su primera máquina automática que embotellaba 36 unidades por minuto. Además, ideó una nueva botella con la marca Inca Kola en alto relieve, y acuñó la primera frase publicitaria de su bebida estrella: “Inca Kola sólo hay una y no se parece a ninguna”.
¿Cómo derrotó a Coca-Cola?
La llegada al Perú de Coca Cola se da solamente un año después de que los Lindley fundaran Inca Kola, es decir la rivalidad entre ambos empezó cuando la gaseosa amarilla aún no era 100% identificada como la bebida favorita de los peruanos.
Coca Cola llegó al mercado peruano con el objetivo de ser la marca líder del Perú. El titan en la industria de gaseosas ya estaba acostumbrado a derrotar a las gaseosas nacionales y ocupar su lugar, pero llegaron al Perú y se encontraron con Inca Kola, una marca que tenía el mismo objetivo de Coca Cola, ser la marca favorita del país en la industria de las gaseosas.
Inca Kola, no tenía pensado competir en tema de precios con Coca-Cola, lo que Inca Kola buscaba era que los peruanos defiendan a la marca como parte de su tradición, gastronomía e historia. Por lo que Inca Kola empezó a utilizar muchos spot publicitarios para meter en la cabeza de los peruanos que Inca Kola era tan peruana como ellos. Mostrando a las principales estrellas de televisión nacional tomando Inca Kola.
En los años 80 Inca Kola poseía el 30% de las ventas, mientras que Coca-Cola solo tenía el 20%. Esta noticia tuvo repercusión en todo el mundo que incluso, la prestigiosa universidad de Harvard enseñó este caso en sus cursos de marketing y posicionamiento de marca.
Fórmula secreta
La fórmula secreta de Inca Kola ha sido intentada replicar muchas veces. Sin embargo, todos han fracasado en el intento. Hasta el día de hoy no se sabe cuál es el sabor de Inca Kola, pero el sabor que más se acerca es el de ‘chicle’.
Coca-Cola decide comprar Inca Kola
Así, en 1999, cuando Coca-Cola comprueba que Inca Kola era imbatible en Perú, decide comprar el 49% de las acciones de su competidor local por US$ 200 millones, haciéndose con la marca Inca Kola para su comercialización y producción fuera de Perú, pero permitiendo que Corporación Lindley mantenga la propiedad de la bebida gaseosa dentro del país.
La adquisición se llevó a cabo el 23 de febrero de 1999, durante la gestión de Johnny Lindley Taboada, hijo de don Isaac. Con ello, el sabor de Inca Kola ya no solo sería nacional sino que traspasaría fronteras.