Según el Instituto Peruano de Economía (IPE), la economía peruana crecería un 3% este año. Sin embargo, la inversión privada, crecería a un ritmo más moderado de lo esperado inicialmente, alcanzando un 1.6%. Mientras que la inversión pública experimentaría un mayor dinamismo, con un crecimiento proyectado del 12.1%.
Por su parte, Víctor Fuentes, gerente de Políticas Públicas del IPE, resaltó la importancia de reactivar la inversión privada para generar más empleos y mejorar la calidad de vida de los peruanos.
Además, advirtió que la incertidumbre política y otros factores, como las regulaciones municipales, están desalentando la inversión privada.
Déficit fiscal y riesgo de baja en la calificación crediticia
Una de las principales preocupaciones económicas del país es el déficit fiscal, que se estima cerraría el año en 3.2% del PBI, por encima de la meta oficial. Fitch Ratings comparte esta preocupación y proyecta un déficit aún mayor.
El incumplimiento de la meta fiscal podría llevar a una rebaja de la calificación crediticia del Perú. La gobernanza débil, la incertidumbre política y la situación de Petroperú son algunos de los factores que podrían influir en esta decisión, según Fitch Ratings.
Recuperación gradual de los ingresos familiares
Aunque el empleo mostró signos de recuperación, los ingresos de las familias aún no alcanzaron los niveles prepandemia.
Asimismo, se espera que la inflación bajo control y el mayor dinamismo económico en el segundo semestre impulsen una recuperación gradual del consumo.
Según el IPE, la economía peruana muestra señales de recuperación, pero enfrenta desafíos como la desaceleración de la inversión privada, el déficit fiscal y la incertidumbre política. Estos factores podrían afectar la calificación crediticia del país y limitar el crecimiento a largo plazo.